"Los insurgentes vinieron y nos robaron"
El miedo a represalias de los talibán cuando las tropas internacionales se retiren crece en la población civil
La escuela española de Darreh e Bun permanece cerrada por la falta de profesores después de los primeros contratados fueran secuestrados por los insurgentes.
El notable de la aldea de Komuri, un anciano vestido de blanco impoluto, sale a encuentro de una patrulla española. Estrecha la mano del capitán Pablo Torres, al mando de los 200 soldados españoles destacados en el puesto avanzado de Muqur, en la provincia de afgana de Badghis.
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"Los insurgentes vinieron- le dice- y se llevaron un coche". Al tiempo recuerda que eso fue ya hace 20 días y que la insurgencia no ha vuelto desde entonces. Los soldados españoles peinan los alrededores con frecuencia, mostrando presencia frente a los talibán que de momento se mantienen a distancia. El último hostigamiento en la zona se producía el pasado 10 de octubre, mientras las tropas españolas desactivaban un artefacto explosivo. No hubo heridos. Los atacantes dispararon desde muy lejos.
Pero ¿qué pasará cuando los españoles se marchen? Los primeros 150 saldrán de Afganistán antes de que termine el mes de noviembre y en 2013 se replegará el grueso del contingente español que ahora asciende a 1.500 soldados. Los talibán lo saben y la población civil también.
Lo previsto es que los españoles abandonen este puesto avanzado de Moqur en el segundo trimestre del año próximo y entonces todo quede en manos de los soldados afganos (unos 900 operando en esta zona). Por eso y hasta que llegue el momento de la retirada, los españoles tendrán que esforzase para que los militares afganos ganen imagen de autoridad. Por eso son ya los afganos quienes han comenzado a liderar sus propias operaciones. También hasta la retirada, los afganos contarán con el apoyo español en evacuación médica, apoyo aéreo, ingenieros y desactivación de explosivos. Pero lo que los españoles no podrán llevarse en su repliegue es el miedo de la población civil a lo que pasará después.
Yo trabajé para el enemigo
"Muchos de los trabajadores de la base están ahorrando para mudarse a otra zona del país cuando nos marchemos" reconoce un mando de la base española de Qala e Now. El miedo a las represalias de los insurgentes crece conforme se acerca la fecha de retirada de las tropas. En el recuerdo de algunos está lo sucedido hace varios meses en la localidad de Darreh I Bun. Allí la Caja de Extremadura financió una escuela (Escuela "Extremadura") inaugurada el pasado mes de diciembre. En ella recibían clase (por separado) niños y niñas. A los pocos meses de su puesta en marcha los profesores (civiles afganos) fueron secuestrados. Desde entonces permanece cerrada sin que se haya podido encontrar sustitutos. La presencia del ejército afgano no puede de momento tranquilizar a quienes temen ser acusados, en poco tiempo, de haber trabajado para el enemigo.
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Mariela Rubio
Redactora de la sección de Política. Cubre la información del Partido Popular. Anteriormente fue redactora...