Navidad en tres estilos
¿Con qué estilo te quedas? Ideas para una Navidad tradicional en rojo, con elementos naturales o moderna en tonos azules / C.T.
¿Árbol o belén? Esa ha sido durante muchos años la disyuntiva de todos los hogares al llegar las fechas navideñas. Sacar las cajas de decoración y ver qué podemos hacer con lo que aún sobrevive del año pasado.
Pero los tiempos cambian y esta Navidad tres estilos elegantes y cálidos se imponen para el hogar. Tres 'must': Navidad en rojo, en azul o en tonos naturales. ¿Con cuál te quedas?
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Navidad en rojo. Ríndete al color de la Navidad. Fantasía, emoción y energía en un viaje en rojo inspirado por los colores de la fábrica de sueños de Papá Noel y en los regalos que esperan a ser abiertos debajo del árbol de Navidad. Una decoración para volver a la infancia. Puedes optar por esta decoración en rojo combinándolo con blancos y verdes, al más puro estilo british, para decorar el árbol, los manteles, vestir tu mesa e incluso dejar que predomine en el belén. Para hacer que todos vivan un momento mágico, te recomendamos que en tu mesa apuestes por cristal rojo en candelabros, copas, cubiertos o pequeños adornos. Y tampoco pases por alto los elementos de decoración estampados en cuadros. Quedan muy sofisticados en el árbol.
Navidad en azul. Un toque nórdico basado en tonos azules y blancos que transportarnos a los bosques nevados donde vive Papá Noel. El azul aporta a nuestra decoración navideña energía y fuerza. Bolas, cintas, estrellas, vajillas, regalos y los elementos de diseño más modernos para imprimir a tu casa un toque original sin renunciar a la tradición de esta época.
Navidad en tonos de la naturaleza. Madera, mimbre, cobre, tonos chocolate, plata, dorados... Esta Navidad también puedes optar por transformar tu casa en un lugar sereno, elegante y ecologista. Un estilo que nos trae la naturaleza a la mesa, al árbol o la chimenea con aromas de la tierra y los bosques y que hará que todos los que visiten tu casa penetren en una atmósfera cálida y actual. En la mesa apuesta por el blanco y el plata y, sobre todo, el cristal. Para los adornos, lo mejor son marrones con brillos cobrizos, piezas de mimbre y madera. Será como estar junto a la chimenea.
