Invitados que se sienten como en casa
Descubre algunos trucos para conseguir una cama cómoda y bonita / C.T.
La habitación de invitados debe ser perfecta para que amigos y familiares se sientan como en casa mientras nos visitan. Tanto si estas semanas navideñas vas a ser tú el invitado como si los vas a recibir, pon la decoración al servicio de un ambiente familiar y acogedor.
No puede ser la habitación de los trastos que despejamos cuando tenemos visita en casa. Y menos en estas fiestas en las que todos somos o recibimos invitados.
Hacer del cuarto de invitados un ambiente elegante, acogedor, funcional y cómodo es la clave para que todos nos sintamos como en casa. Transfórmala en una experiencia hotelera pero con ese punto casera con acogedores textiles y muebles adecuados.
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Con un dormitorio en tonos cremas con elementos de colores vivos -verdes, morados o rojos- como mantas, sillones, cojines o cortinas seguro que triunfamos y nos ajustamos al gusto de todos los invitados. Lo básico es que la habitación sea confortable. Son ideales los dormitorios con paredes forradas con papel de diseños geométricos o naturales pero discretos y sencillos. Un espejo, una mesita de noche y una cómoda de aire retro o de líneas funcionales y no te olvides de una buena iluminación. ¡Ni de la decoración! No es un solar, sino un cuarto pensado para que todos los que duerman en él piensen que está diseñado a su medida. Así que, pon cuadros, jarrones, cajas y flores. Son elementos sencillos y fáciles de combinar para darle a la habitación el toque redondo.
Una buena idea, para esos momentos de intimidad de nuestros invitados, es que la habitación tenga un sillón o un escritorio cómodo. Y, sin duda, la cama. Tanto si te decantas por una de matrimonio o una tipo nido -perfecta para esas visitas sorpresa de última hora- debe ser confortable, de buena calidad y con estilo. El toque extra se lo damos vistiéndola de lujo. Puedes optar por unas sábanas de satén, con un tacto exquisito, o algodón en blanco, que descansan la vista, y sobre las que puedes superponer otros colores como lilas o tierras y formas con cojines o colchas. El otro truco es usar los cojines. Primero dos almohadas individuales y, por delante, coloca cojines de distintos tamaños -de dos en dos, que no sea tampoco un caos ni tarden nuestros invitados diez minutos en quitarlos-. Combínalos con la base de color de la colcha o la funda del edredón.
Otra idea con la que seguro que conquistas a tus invitados es dejarles comodidades extra como un albornoz, zapatillas y pequeños botes de champú, gel o crema hidratante, un mapa de la ciudad, tus recomendaciones por el barrio e incluso un pequeño manual de instrucciones de la casa (cómo funciona el aire acondicionado o la contraseña del WiFi).