El Primavera Club se va de España
Los organizadores del Primavera Club confirman que el festival invernal dejará de celebrarse en España para trasladarse a Portugal y Francia
Ha sido un año difícil para aquellos que se dedican a organizar conciertos y festivales. A pesar de que 2012 ha sido un año de gran calidad musical, la crisis, el elevado paro juvenil o la gran subida del IVA en actividades culturales han lastrado a la industria musical en todas sus vertientes.
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Tras años de crisis en la industria musical por la piratería, las actuaciones en directo se habían consagrado como el oasis en medio del desierto. Las giras y los festivales eran el halo de luz en la oscuridad de la industria y el último resguardo para los músicos. El dinero, como antaño, se haría en la carretera. Durante los primeros años del nuevo siglo centenares de propuestas musicales florecían en cada pueblo y ciudad. Los Ayuntamientos ponían dinero para traer a grandes estrellas de la música, para atraer a millares de festivaleros. Todos querían poner su nombre en los periódicos. Hasta alguna inmobiliaria vio negocio en la organización de macro festivales. La llegada de la crisis económica acabó con este fenómeno, pero el enfermo gozaría todavía de unos años de buena salud. De 2008 a esta parte decenas de festivales, algunos veteranos y consolidados, han cerrado sus tornos. Han dicho adiós sin remedio. Los que quedaron se hicieron más fuertes, las decisiones se pensaban más, las apuestas se hacían menos impulsivas y arriesgadas. Los rivales volvían a convivir en armonía, sin guerras de contrataciones que alzaban los precios.
En ese contexto nació el Primavera Club (2006), la versión invernal del Primavera Sound de Barcelona. El gran festival catalán se reducía, abría sede en Madrid y daba un giro musical en una clara apuesta por descubrir música, por traer a artistas a España que de otro modo no actuarían en nuestros escenarios. Seis años después el festival estival abría sede Oporto hermanándose con Optimus para compartir cartel con el festival barcelonés y doblar fechas. En plena crisis el Primavera Sound seguía creciendo, llenando cada año el Parc del Fòrum, expandiendo una marca fuertemente consolidada tanto en Europa como en EEUU gracias a sus acuerdos con ATP y Pitchfork. Todo iba bien hasta que dejó de ir, hasta que se pusieron tantas trabas que el camino comenzó a parecer demasiado largo, excesivamente minado.
La edición de este año del Primavera Club será la última, de momento, que se celebre en Madrid y Barcelona. El camino se ha hecho eterno y peligroso. Este 2012 el Primavera Club ha tenido que lidiar con la cancelación de Cat Power, su principal estrella de esta edición, pero este incidente no ha sido el único. Además, a pocas semanas, se cerró la sala Apolo, lugar donde debía celebrarse la edición de Barcelona. En Madrid también tuvieron problemas después de que se redujera sustancialmente el aforo de una de las salas del Matadero, recinto que acogería la versión madrileña del festival. Eso, sumado a la subida del IVA o al reducido apoyo institucional al festival, ha provocado que el Primavera Club deje España.
Poco después de que concluyese la edición de este año, Gabi Ruiz, uno de los organizadores del festival, lo anunciaba en Twitter y en un breve comunicado. "Lo sucedido este fin de semana en Madrid y Barcelona: "Mortadelo y Filemón en el Primavera Club", escribía en la red social. El departamento de prensa del Primavera Sound no ha querido hacer más declaraciones y remiten a la escueta nota de prensa que valora el éxito de la edición de este año y anuncia la celebración de 2013 en Burdeos y Guimãraes. "En este país no me siento un promotor musical, me siento un delincuente. Estoy pensando en entrar en cualquier embajada y pedir asilo. Y de justicia es el reconocer que gracias a público y artistas este PClub ha podido resistir con dignidad. Algún día volveremos. Palabra", concluía Ruiz en su perfil de Twitter. Quizá otro año, quizá.