Un fósil encontrado en Cantabria revela que los insectos ya se camuflaban en el Cretácico
La 'crisopa alucinante de Diógenes' es una larva depredadora de cuatro milímetros que se camuflaba con restos de helecho hace 110 millones de años
Un grupo de investigadores españoles y norteamericanos ha encontrado en el yacimiento de El Soplao, en Cantabria, la prueba fósil que revela que los insectos se camuflaban ya en el Cretácico -hace 110 millones de años-. La forma fósil se ha bautizado con el nombre 'la crisopa alucinante de Diógenes' y el estudio se ha publicado en una de las revistas de mayor peso científico: Proceedings of the National Academy of Sciences.
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La 'Crisopa alucinante de Diógenes' o 'Hallucinochrysa diogenesi' es la prueba de que hace 110 millones de años, en el Cretácico, los insectos ya se camuflaban. El ejemplar atrapado en ámbar fue descubierto en 2008 en el yacimiento de El Soplao en Cantabria por un grupo de investigadores internacional.
Este insecto, que ha perdurado hasta nuestros días, es una larva depredadora de unos cuatro milímetros de longitud del grupo de los neurópteros que aparece recubierta de un amasijo de finos filamentos vegetales, en concreto, de 'pelos' de helecho.
En el trabajo, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), ha participado un equipo internacional de científicos, entre los que se encuentran Ricardo Pérez de la Fuente y Xavier Delclos (de la Universidad de Barcelona), Enrique Peñalver (del Instituto Geologico y Minero de Espana) y Mariela Speranza, Carmen Ascaso y Jacek Wierzchos (del CSIC).
Esta especie fósil se llama 'Crisopa alucinante de Diógenes' porque se parece a las crisopas actuales, porque transporta 'basura' y porque se trata de una especie 'alucinante'. Este tipo de comportamiento, el de camuflase con 'deshechos' o restos vegetales, es conocido como 'trash-carrying' o 'transporte de basura' y es una forma de camuflarse para no ser engullido por los depredadores.
Los insectos, expertos en camuflaje
En opinión de los autores, "la 'Hallucinochrysa diogenesi' muestra cómo el comportamiento del camuflaje y sus adaptaciones morfológicas relacionadas aparecieron de forma muy temprana en los insectos, ya en la época de los dinosaurios".
"En el caso de las 'crisopas verdes', se puede decir que este sofisticado comportamiento ha permanecido sin cambio durante al menos 110 millones de anos, hecho que aporta una información relevante para los estudios evolutivos sobre el comportamiento animal y las estrategias de adaptación al medio de los organismos a lo largo de la historia de la Tierra", han indicado.
Por otro lado, los autores han indicado que este hallazgo demuestra otro dato excepcional como es una estrecha relación planta-insecto de carácter ancestral.