Los portugueses tienen que evitar ponerse enfermos
Es la recomendación del secretario de Estado de Sanidad para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud
El copago es bastante elevado en Portugal. Solo una consulta de urgencia en un hospital cuesta 20 euros y una consulta en el centro de salud con el médico de familia cuesta 5 euros, después de los aumentos que entraron en vigor el pasado 1 de enero de 2012.
Más información
- Alemania se despide del copago sanitario
- La oposición y los profesionales sanitarios temen que la privatización se extienda
- Manifestantes portugueses interrumpen la sesión parlamentaria con la canción de la revolución
- El presidente portugués aprueba los Presupuestos a pesar de las dudas sobre su constitucionalidad
- Portugal anuncia más recortes en pensiones, funcionarios y seguridad social
- "Para que el sistema público sea sostenible hay que manejar la atención primaria en casa"
- Médicos y usuarios apoyarán la 'marcha blanca' del domingo
- Ignacio González: "Si dimiten los responsables de centros de salud, bienvenido sea"
- Toque de atención al Gobierno en su carrera de recortes de servicios básicos
- La Junta niega que haya privatizado hospitales en Andalucía como sostiene el PP de Madrid
Portugal cierra el año con unas polémicas declaraciones del secretario de Estado de Sanidad luso, Fernando Leal da Costa, que este fin de semana, en una entrevista, ha pedido a los portugueses que procuren hacer lo posible para no ponerse enfermos. "Es importante que la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud empiece a ser encarada como una obligación de cada uno", ha dicho el secretario de Estado quien, en otras palabras, entiende que "los portugueses tienen que esforzarse por prevenir enfermedades" a largo plazo, porque de otra manera más tarde o más pronto "el sistema nacional dejará de ser sostenible".
Y eso que el copago es bastante elevado en Portugal. Solo una consulta de urgencia en un hospital cuesta 20 euros y una consulta en el centro de salud con el médico de familia cuesta 5 euros, después de los aumentos que entraron en vigor el pasado 1 de enero de 2012. Pero por si estos elevados precios de acceso a la sanidad pública no fueran suficientes para disuadir a los portugueses, el ministerio de Sanidad recomienda ahora que los pacientes eviten todo lo que puedan recurrir a la sanidad pública.
"Si cada uno de nosotros no empezamos a hacer algo para reducir nuestro potencial de un día estar enfermos, por más impuestos que podamos cobrar a los ciudadanos, el Servicio Nacional de Salud antes o después será insostenible", matizó el secretario de Estado.
De momento, en Portugal todavía hay alrededor de un millón y medio de personas sin médico de familia, algo en lo que está trabajando el ministro de Sanidad, Paulo Macedo. En octubre pasado negoció con los médicos de familia un aumento de 1.500 a 1.900 pacientes por médico. Con esta medida -además del aumento de la jornada laboral de 35 horas a 40 horas semanales- el ministerio luso pretende conseguir a partir del 1 de enero próximo que un millón de portugueses pase a tener médico de familia.