El Asador Frontón de Madrid, en concurso voluntario de acreedores
Se trata de uno de los restaurantes de la capital más frecuentados por políticos, empresarios y futbolistas
El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid ha declarado en concurso voluntario de acreedores al Asador Frontón, con un pasivo actual de su patrimonio (deudas, facturas pendientes de pago) inferior a cinco millones de euros. Una decisión que no afecta, por el momento, al normal funcionamiento del local. "El restaurante está abierto y todos los trabajadores estamos informados de la situación concursal", explica por teléfono el encargado, Carlos Díaz, que lleva 24 años trabajando en el establecimiento. "Hay un administrador concursal y ahora hay que ver cómo salimos adelante".
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Según ha informado Europa Press, la empresa solicitó la entrada voluntaria en concurso de acreedores el pasado 3 de diciembre y, con la decisión de Juzgado de lo Mercantil, los hermanos Fernando y Juan Carlos Sánchez, dueños del Frontón, logran paralizar los embargos de la Agencia Tributaria y la Tesorería de la Seguridad Social.
El Frontón es un restaurante muy frecuentado por políticos, deportistas y empresarios. "Hace poco estuvo por aquí el nuevo presidente de México", cuenta Díaz. Su precio medio por persona ronda los 55 euros y su especialidad son las carnes a la parrilla y las verduras de temporada procedentes de Navarra.
"Ahora nos hemos ajustado un poco", explica Díaz. "Pero el efecto de la crisis ha sido devastador. Desde que empezó, la bajada ha sido del 50 o 60%... pero no porque nuestros clientes hayan dejado de venir, sino porque vienen con menos frecuencia".
El periodista madrileño Miguel Ángel Almodóvar, autor de varios libros de temática gastronómica, comenta por teléfono que en el Asador Frontón se ha encontrado con "todos los políticos", y se muestra extrañado por cómo un restaurante "tan del agrado del poder" puede haber acabado así.
"En El Frontón se ofrece una cocina primitiva, bastante similar a la de las cuevas de Altamira", señala con ironía Almodóvar. Platos muy distintos a los que ofrecía otro legendario restaurante madrileño, el Jockey, que cerró sus puertas hace poco. "Cuando sobraba dinero y circulaban billetes de 200 y 500, no había problema", dice Almodóvar. "Pero no han sabido renovarse y les ha llegado el momento".