La Estrategia de Empleo Joven busca crear trabajo con las fórmulas más precarias

Es una triste máxima aceptada entre los expertos del mundo laboral que, en tiempos de crisis, los pocos empleos que se ganan suelen hacerlo con las fórmulas menos estables de contratación. Esa máxima se consagra en la nueva Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven aprobada esta semana por el Gobierno y que entra en vigor este domingo.

El plan del Gobierno supone una apuesta decidida por las fórmulas más precarias de contratación (tiempo parcial, formación, en prácticas, temporal) con el objetivo de animar algo el anémico mercado de trabajo, y con la aspiración -ya veremos si vana- de que de esos contratos se pueda pasar al indefinido.

A continuación, se desglosan algunas de las principales fórmulas de contratación que se potencian en la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven.

Contratación a tiempo parcial

Para empezar, la estrategia estimula mediante reducciones de cuotas a los empresarios a firmar con los jóvenes sin experiencia laboral contratos a tiempo parcial, siempre que se vinculen con formación. La jornada máxima será del 50% de la jornada ordinaria a tiempo completo, pero siguen operando las posibilidades de horas complementarias y horas extra, así que se pueden utilizar estos mecanismos para aumentar el tiempo en el que el joven trabaja.

Como la formación que acompaña a esta fórmula de contratación puede haberse realizado hasta 6 meses antes de la firma del mismo, no habría obstáculo para que el contratado con esta fórmula pueda trabajar más tiempo de ese 50% máximo que establece la norma.

Por otro lado, algo que no se le puede reprochar a la Estrategia, pero que es una realidad, es que muchas de las personas que trabajan a tiempo parcial en realidad echan muchas más horas de las que figuran en su contrato, con lo que en la práctica un empresario dispone de un trabajador a tiempo completo por el precio de uno a tiempo parcial. Corresponderá a las inspecciones garantizar que esto no suceda.

Contratación en prácticas

La contratación en prácticas es otra de las fórmulas potenciadas con la Estrategia. Está pensada como puerta de entrada al mundo laboral para los que han conseguido su titulación hace poco. Con la nueva regulación, se levanta (para los menores de 30 años) el límite de 5 años desde la obtención del título que hasta ahora pesaba sobre este tipo de contratos, ampliando sus posibilidades de uso. Es decir, por ejemplo, a un licenciado a los 22 años se le podrá hacer un contrato en prácticas a los 28, cosa que antes no se podía.

Además, la Estrategia permite algo que hasta ahora estaba prohibido: concatenar en la misma empresa un contrato de formación con uno en prácticas. Así, un trabajador podrá estar hasta 5 años contratado con estas fórmulas, con las que se cobra menos que con un contrato indefinido.

Contratos temporales para el primer empleo

Es común que los jóvenes accedan al mercado laboral vía contratación temporal. La Estrategia consagra esta práctica estableciendo como motivo suficiente para emplear a alguien de forma eventual que sea un menor de 30 años sin experiencia laboral. Este tipo de contratos se podrán firmar con una duración máxima de 6 meses. Hay que decir, en todo caso, que los incentivos a los empresarios se darán sólo si después de ese contrato se firma uno indefinido con el trabajador.

Las ETT y la formación

Fuera de la Estrategia, pero en el mismo decreto que la regula, hay un cambio de mucho alcance: se abre la puerta a que las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) puedan firmar contratos de formación, algo que hasta ahora estaba expresamente prohibido. El decreto deja además en manos de la ETT todo lo relativo a esa formación, que podrá dar ella misma. Los sindicatos temen que esto reduzca el control y desvincule la formación del puesto de trabajo, abriendo la puerta a que se dé una formación incompleta o insuficiente y logrando en la práctica un contrato más barato a cambio de nada.