"Si no nos movemos, la cosa no va"

El papa Francisco ha pronunciado su primera homilía como sumo pontífice en la Capilla Sixtina, donde apenas un día antes fue designado por los cardenales electores octogenarios.

Jorge Mario Bergoglio ha oficiado la primera misa de su Pontificado con una clarísima declaración de intenciones con una homilía sencilla y breve, tal vez consciente de la expectación que había levantado su discurso. Ha centrado su mensaje en el movimiento. "Nuestra vida es un camino y, cuando nos paramos, la cosa no va. Hay que caminar siempre", ha dicho el papa, que también ha resaltado, como segundo pilar del movimiento, la necesidad de edificar la Iglesia con piedra, estableciendo sólidos cimientos para que no se derrumbe "como los castillos de arena".

El tercer puntal que ha sostenido su homilía ha sido el de la confesión, repitiendo, casi de forma calcada, una frase relativa a los cambios: "si no confesamos en Cristo, la cosa no va".

El Pontífice también ha hecho un llamamiento de atención a los responsables de la Iglesia, para que no se olviden del dolor y de su compromiso. "Cuando caminamos sin llevar la Cruz de Cristo, obispos, cardenales, papas, somos mundanos pero no discípulos de Cristo", ha dicho Bergoglio, que también ha pedido a todos que tengan "el coraje de caminar con la Cruz del Señor, edificar la Iglesia sobre la sangre de Cristo, y confesar la única Gloria: Cristo crucificado".

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