Cardenal Napier: "La pedofilia es una enfermedad"

El cardenal sudafricano que recientemente ha participado en la elección del papa, dice que hay sacerdotes que han sufrido ellos mismos abusos de pequeños y al hacerse adultos han repetido patrones de abusadores. "Éstos son los que considero enfermos y no criminales", ha señalado Napier.

Este cardenal surafricano que ha ayudado a la elección del papa Francisco, describe la pedofilia como "una enfermedad mental" y no un crimen.

Se llama Wilfrid Fox Napier, es el arzobispo de Durban y ha hablado en Radio 5 de la BBC sobre las víctimas que sufrieron abusos de pequeños y luego de mayores terminados convertidos ellos mismos en pedófilos.

"Éstos, no son responsables por sus acciones, al menos no al mismo nivel que alguien que elige hacer eso por su cuenta".

Napier estaba dentro de los 115 cardenales que en el reciente cónclave han elegido al papa Francisco y califica la pedofilia como un desorden de índole psicológico. Añade: "¿Qué se hace con este tipo de desórdenes psicológicos? Tienes que tratarlos y solucionarlos. Si un ser humano normal elige violar la ley sabiendo también que yo estoy violando la ley, entonces pienso que debe ser sancionado. Desde mi experiencia, la pedofilia es una enfermedad, no es una condición criminal, sino una enfermedad".

El cardenal hablaba de dos sacerdotes de los que habían abusado de niños y una vez adultos ellos mismos terminaron siendo pedófilos. "¿No me diga usted que esas personas son responsables criminales como otro que haya elegido hacer algo así por sí mismo? No creo que realmente uno pueda posicionarse y decir que una persona merece ser castigada cuando el mismo fue dañado por el mismo acto".

Desde la asociación británica de supervivientes de abusos de los curas, Barba Dorries, quien fue víctima de los abusos de un cura, dijo tras escuchar al cardenal: "Si es una enfermedad, vale, pero también es un crimen y los crímenes se castigan, y los criminales son responsables por los que hicieron y lo que hacen. Los obispos y los cardenales han tenido que cubrir crímenes como estos que han permitido a los depredadores sexuales continuar haciéndolo durante años, no ser arrestados, manteniendo los secretos dentro de la Iglesia."