Un catedrático deberá indemnizar a su alumna por plagiar su tesis
El Supremo confirma la multa de 5.000 euros que deberá pagar un catedrático de la Universidad de Murcia por plagiar la tesis doctoral de una de sus alumnas
El Tribunal Supremo ha confirmado la multa de 5.000 euros con la que un catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad de Murcia deberá indemnizar a una alumna por plagiar su tesis doctoral. El profesor publicó en 2007 un texto que plagiaba la tesis de su alumna que había sido publicada en una editorial seis años antes.
Más información
El Tribunal Supremo ha confirmado la indemnización de 5.000 euros que un catedrático de la Universidad de Murcia deberá pagar a una alumna por plagiar su tesis. El profesor, catedrático de Derecho Mercantil, tutorizó una tesis titulada "La responsabilidad civil del administrador de sociedad de capital en sus elementos configuradores" que fue presentada en 1999 y publicada a través de una editorial en 2001. Seis años más tarde, el profesor publicó un artículo con el mismo título y que, según declara probado la sentencia, "constituyó un plagio".
La Sala de lo Civil, en una sentencia de la que ha sido ponente el magistrado Ignacio Sancho, confirma la condena del catedrático por vulnerar la propiedad intelectual: una indemnización de 5.000 euros para su alumna, además de a publicar la sentencia en un diario nacional "sin comentarios ni apostillas".
A lo largo del proceso judicial, la defensa del catedrático de la Universidad de Murcia alegó que el texto supuestamente plagiado fue escrito por él tiempo antes, algo que no pudo probar. Igualmente se presentó un disquete con un trabajo titulado como la tesis de su alumna y con fecha anterior a su publicación, un documento en el que aparece la alumna como autora, y ninguna especificación sobre el usuario creador del documento. También presentó un supuesto borrador de esta tesis que, según el recurrente, fue elaborado por él y posteriormente apostillado por su alumna.
Son unos argumentos que la Sala de lo Civil rechaza, señalando que los razonamientos de los tribunales de instancia se produjeron "respondiendo a las leyes de la sana crítica" y también que "no resulta creíble que el doctorando corrija en lenguaje y estilo a todo un catedrático".
