¿Democracia suspendida en Europa?

El primer ministro portugués anuncia más recortes en Sanidad, Educación y prestaciones de la Seguridad Social para compensar la decisión del Tribunal Constitucional de anular la supresión de la paga extra de funcionarios y jubilados. Y por si flaquea en el intento, Bruselas recuerda en un comunicado difundido esta noche que el país no tiene más camino que la austeridad. Lo contrario, dice, le traerá más dificultades.

¿Alguien ha decretado la suspensión de la democracia en Europa? ¿Alguien ha decidido que las instituciones que articulan cada país deban ser desoídas y derribadas?

El Tribunal Constitucional dictó sentencia en Portugal y lo primero que dijo el primer ministro es que su decisión amenaza la estabilidad del país porque contradice los dictados de la troika. Pero ¿quién tiene la legitimidad última en un país, la troika -ese ente multilateral-, Bruselas o el Tribunal que debe interpretar la Constitución que votaron los ciudadanos para organizar su convivencia?

Es la prueba definitiva de la pérdida de norte de la mayoría de presidentes europeos: la justicia, las instituciones, ya no son un límite. Son una molestia.

Cómo no sentirse perplejos ante la deriva de esta Europa:

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- Una quimera política en la que los poderes fácticos quitan a los presidentes electos e imponen a tecnócratas, con el resultado que hemos visto en Italia.

- Una Unión Europea en la que los bancos arruinan a sus clientes mientras salvan sus quiebras con cargo al erario público. Un lugar donde se pone en duda la seguridad jurídica de los ahorradores.

- Un continente en el que, cada vez más, sus máximos dirigentes recelan del papel de la prensa mientras ordenan subidas de impuestos y bajadas de sueldos. Donde se antepone la marca país al esclarecimiento de las corrupciones. Donde se defiende más la moneda que las personas.

- Una Europa dirigida por una troika a la que nada le sale bien, pero que sigue actuando como cooperadora necesaria de los mercados.

- Ahora ha sido el Constitucional portugués. La china en el zapato de la troika y de su aplicado alumno, el Gobierno luso. Mañana puede ser el Constitucional español, que estudia un recurso similar.

¿Quién se acuerda ahora de la Europa de la democracia, la libertad y la Justicia social?

Hoy muchos parecen más cómodos en una UE sin elecciones, sin jueces y puede que incluso sin ciudadanos, porque nos da por pensar e incluso protestar, ingratos, contra el porvenir que nos tienen reservado.