Europa prohíbe temporalmente el uso de tres insecticidas tóxicos para las abejas

La Comisión Europea ha conseguido el apoyo de la mayoría de los países para poder prohibir, durante dos años, el uso de los tres insecticidas que son tóxicos para las abejas. Se han necesitado dos reuniones para poder conseguir los votos necesarios. Según un informe de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, los tres plaguicidas neonicotinoides más frecuentes suponen un "riesgo grave" para la supervivencia de las abejas. Un tercio de las colmenas de estos insectos han desaparecido ya en el viejo continente

Ya son mayoría porque, con el apoyo de Alemania y Bulgaria, 15 países de la Unión Europea han votado ya a favor de prohibir los tres insecticidas que están acabando con las abejas. Pero, para conseguir el apoyo de los alemanes en la segunda rota de votaciones, la Comisión Europea ha tenido que hacer una concesión: esta moratoria, que afecta a dos grandes y poderosas multinacionales del sector químico, se aplicará sólo durante los próximos 2 años y afectará a 4 cultivos: girasol, colza, algodón y maíz.

En contra de esta medida, que puede entrar en vigor a partir de Noviembre de este año, han votado en contra 8 países, entre ellos, el Reino Unido.

Durante los últimos años, un tercio de las abejas han desaparecido en el viejo continente. Ante la gravedad de este problema, los técnicos de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria investigaron este asunto y redactaron un informe en el que se afirmaba que el uso de tres plaguicidas de la familia de los neonicotinoides comercializados en Europa por Bayer y Syngenta (Clotianidina, Tiametoxam e Imidacloprid) pueden afectar al sistema nervioso de los insectos causándoles parálisis y hasta la muerte, pero no suponen un riesgo para la salud humana.

Un total de quince países han dado su visto bueno al veto de dos años, incluidos Alemania y Bulgaria, países que en reuniones anteriores se abstuvieron, y de España, que ya se mostró a favor meses atrás. En contra han votado ocho delegaciones, entre ellas Reino Unido, y se han abstenido cuatro países.

Solo en Europa, el 80% de los cultivos depende de la polinización de las abejas, un servicio ecológico gratuito que supone solo para la agricultura europea unos 22.000 millones de euros anuales y, a nivel mundial, unos 265.000 millones de euros. España posee la mayor cabaña apícola de Europa y es también el mayor productor de miel y polen.