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Jason Collins, primer jugador de la NBA que revela su homosexualidad

El pívot de los Washington Wizards sale del armario en la portada de 'Sports Illustrated'

El jugador Jason Collins, en una imagen de 'Sports Illustrated'.

Jason Collins, pívot de los Washington Wizards, se ha convertido hoy en el primer jugador de la NBA en admitir que es homosexual.

"Soy un pívot de 34 años de la NBA. Soy afroamericano. Y soy gay"", escribe Collins en un artículo de la revista Sports Illustrated que saldrá a la venta el 6 de mayo. Su salida del armario ya se califica de "histórica" en un país que hasta ahora no contaba con ningún jugador abiertamente gay en ninguna de las 4 grandes ligas deportivas (baloncesto, baseball, fútbol americano y hockey).

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"No había pensado en convertirme en el primer atleta homosexual de un gran equipo estadounidense", dice Collins. "Pero ya que lo soy, estoy encantado de abrir esta conversación. Me hubiera gustado no ser el niño que levanta la mano en clase y dice 'soy diferente'. Si hubiera sido así, alguien habría hecho esto antes. Pero nadie lo ha hecho, y esa es la razón por la que hoy levanto la mano".

En el artículo, el deportista cuenta los pasos que ha ido dando para aceptar su sexualidad. La primera persona a la que se lo confesó fue su tía, después fue el turno de su hermano gemelo y sus padres. "Cada vez que se lo digo a otra persona, me siento más fuerte y duermo un poco más profundamente. Requiere una enorme cantidad de energía guardar un secreto tan grande. He pasado por años de tristeza y he tenido que recorrer una enorme distancia para vivir una vida". Collins confiesa que tenía miedo y sintió un gran alivio cuando finalmente se atrevió a confesarlo. "Estaba seguro de que mi mundo se desmoronaría si alguien lo sabía. Y aún así, cuando reconocí mi sexualidad me sentí pleno por primera vez. Todavía tenía el mismo sentido del humor, todavía tenía los mismos gestos y mis amigos todavía podían contar conmigo", escribe.

Profesionalmente, Collins no se atrevía a dar el paso por miedo a perjudicar a sus equipos. Pero dos acontecimientos de este año le hicieron cambiar de opinión. "El estrés de esconder mi sexualidad se hizo casi insoportable en marzo, cuando el Tribunal Supremo de EEUU escuchó los argumentos a favor y en contra de los matrimonios del mismo seño. A menos de tres millas de mi apartamento, nueve juristas discutían sobre mi felicidad y mi futuro. Ahí estaba mi oportunidad de ser escuchado y yo no podía decir nada. No quería contestar preguntas y atraer la atención hacia mí mismo. No mientras siguiera jugado", recuerda. Los atentados de Boston fueron el empujón final. "Reforzaron la creencia de que no debía esperar hasta que las circunstancias para mi salida del armario fueran perfectas. Las cosas pueden cambiar en un instante, así que ¿por qué no vivir con toda sinceridad?".

El jugador asegura que, dentro de la cancha, nada va a cambiar. "Estoy en contra del estereotipo gay, por lo que muchos jugadores estarán asombrados: '¿ese tipo es gay?' Siempre he sido un jugador agresivo, incluso en el instituto. ¿Soy tan físico para probar que ser gay no te hace blando? Quién sabe. Eso es algo que los psicólogos tendrán que desvelar. Mis motivaciones, como mis aportaciones, no aparecen en el tablero de resultados y, francamente, no me preocupo por las estadísticas. Ganar es lo que cuenta. Quiero que me evalúen como un jugador de equipo".

Collins reconoce que dar el paso que ha dado habría sido imposible hace unos años. "Estoy contento de haber salido del armario en 2013 en lugar de 2003. El clima ha cambiado, la opinión pública ha cambiado. Y aún así tenemos que llegar mucho más lejos. Todo el mundo está aterrorizado por lo desconocido, pero la mayoría de nosotros no queremos regresar a un tiempo en el que las minorías eran discriminadas abiertamente", reflexiona.

Los Wizards, "orgullosos" de Collins

El jugador dice "no tener ni idea" de cómo reaccionarán sus compañeros. "Espero lo mejor, pero me preparo para lo peor", confiesa. De momento su equipo, los Wizards, han emitido un comunicado en el que aseguran que están "extremadamente orgullosos de Jason y apoyan su decisión de vivir su vida con orgullo y abiertamente".

Kobe Bryant, el líder de Los Angeles Lakers, también ha dicho en Twitter que se siente "orgulloso" de Collins. "Nunca ahogues quién eres por la ignorancia de los demás", ha escrito.

"La mayor preocupación parece ser que los jugadores gays se comporten de forma poco profesional en los vestuarios", reflexiona Collins. "Créanme, me he dado muchas duchas en 12 temporadas. Mi comportamiento no fue un problema antes y no lo será ahora. Mi conducta no cambiará. Todavía obedezco mi lema 'lo que pasa en el vestuario se queda en el vestuario'. Soy un modelo de discreción".

"Su anuncio constituye un momento importante para el deporte profesional y para la historia de la comunidad gay", ha asegurado el expresidente Bill Clinton en un comunicado. "También es la declaración de un buen hombre que quiere lo mismo que muchos de nosotros: poder ser nosotros mismos, hacer nuestro trabajo, crear una familia y contribuir a nuestra comunidad".

Primer deportista de élite gay

Collins no sólo ha roto barreras en la NBA, sino en todo el deporte de élite de EEUU. Había rumores de que unos cuantos jugadores de la liga de fútbol americano, la NFL, saldrían del armario este verano. La NHL, la liga de hockey, dio un paso al frente y firmó un acuerdo con YouCanPlay, un grupo que apoya la igualdad sexual en los vestuarios. Pero finalmente ha sido la NBA la primera liga en contar con un jugador gay.

Como escribe Jon Wortheim, columnista de Sports Illustrated, el anuncio de Collins, aunque no debería ser noticia, lo es. "En algún momento, la idea de no tener atletas abiertamente gays en ninguna liga se habría convertido en algo tan inimaginable como competiciones deportivas segregadas por razas. Pero hoy Collins se convierte en el primer atleta masculino en activo en uno de los grandes deportes de equipo de EEUU en salir del armario. Sí, son muchos calificativos. Sí, puede ser una construcción artificial. Pero es un hito".

Collins espera que su gesto ayude a normalizar la situación de los homosexuales en EEUU. "Algunas personas insisten en que nunca han conocido a un gay. Ningún jugador de la NBA puede volver a decir eso. El baloncesto profesional es una familia. Y casi todas las familias que yo conozco tienen un hermano, hermana o primo homosexual. En la hermandad de la NBA, yo he resultado ser el que ha salido del armario", concluye.

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