¿Estarías dispuesto a compartir habitación de hotel para pagar menos?
La moda de buscar compañeros de espacio a través de Internet gana adeptos
¿Compartirías habitación de hotel para pagar menos?(HALLST.COM)
Una web que pone en contacto a usuarios para compartir alojamiento cuenta ya con más de 100.000 usuarios. Se llama Hall Street y permite, además, negociar el precio con el hotel e incluso traspasar o vender la reserva en caso de no utilizarla. El modelo ya ha sido copiado en Estados Unidos e Israel.
¿Habitación doble o individual? ¿Individual? En realidad, da lo mismo, todas están pensadas para dos personas. La diferencia está en la cama, que puede ser una sola de mayor tamaño o dos camas pequeñas, juntas o separadas por una mesilla. Lo cierto es que alojarse sin compañía en un hotel, puede ser para algunos un verdadero desperdicio: una de las camas se queda vacía.
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Pensando en esa posibilidad de ahorro y en la manera de replantearse el funcionamiento tradicional de los hoteles, nació Hall Street. Su creador, Alfredo Ouro, había estudiado el funcionamiento del sector turístico en España y valoró la posibilidad de revisar un modelo de negocio que, a su juicio, necesitaba agilizarse para atraer a otro tipo de clientes y mejorar las condiciones.
Por eso, en 2011, puso en marcha esta plataforma que opera a nivel mundial y supone el primer mercado libre de habitaciones de hotel. "Nuestro objetivo es conectar viajeros con viajeros de cualquier rincón del mundo, ¿por qué no compartir gastos con alguien afín?". Permite además negociar directamente con el hotel el precio que está dispuesto a pagar, revender la reserva o transferirla a otra persona.
Más allá del ahorro, muchas reticencias vienen del temor que produce compartir espacio con un desconocido, pero sobre todo, con sus hábitos. Para que el usuario no se encuentre con sorpresas Hall Street tiene un area sobre hábitos de vida en la que se analizan aspectos como el tipo de pijama o el volumen de los ronquidos del acompañante.
La moda de buscar compañeros de lo que sea a través de Internet, no es nueva. Ya se habían puesto en marcha aplicaciones y páginas web que ponían en contacto a los usuarios que quisieran compartir coche para ahorrar gasolina, es el caso de Blablacar o Carpooling.
Esta misma filosofía se aplicó a los taxis, poco asequibles para muchos, y se creó JoinUp Taxi, una aplicación móvil que ayuda a encontrar acompañante, para pagar a medias.
Puede parecer que compartir alojamiento es más controvertido, sin embargo, experiencias como la de Airbnb en la que los particulares ofrecen cualquier tipo de alojamiento para otros usuarios, o la de Coachsurfers o Hospitalityclub llevan años funcionando con muy buenos resultados.
