Ortigueira vuelve a sus raíces celtas
Durante cuatro días la música celta se convierte en la protagonista del festival de folk más importante de España
Este jueves comienzan los conciertos de la 29º edición del Festival Internacional del Mundo Celta de Ortigueira 2013. Música, gastronomía, fotografía y mucha fiesta son los grandes atractivos de este veterano festival gratuito.
Galicia es tierra de naturaleza, de paisajes inolvidables y de aldeas que parecen congeladas en el tiempo y escondidas entre caminos inescrutables de maleza y piedras; es gastronomía, música y religión que se mezcla con tradiciones y con lo místico. Pero sobre todo Galicia es tierra celta con identidad propia, una forma de ser y de sentir que se recupera cada año con el Festival de Ortigueira.
Más información
Un año más, y ya van 29, el pueblo de Ortigueira se llena de mochilas y tiendas de campaña que se plantan entre sus eucaliptos a pie de mar para asistir como testigos a cuatro jornadas que tienen un objetivo claro: recuperar la esencia celta de la música, la gastronomía y la artesanía. En un enclave inigualable, con una zona de acampada que aúna el bosque y el mar, y con un pueblo que se vuelca para acoger a los miles de visitantes y amantes de la música, el Festival Internacional del Mundo Celta de Ortigueira se ha convertido por méritos propios en la cita de música celta y folk más importante de España y uno de los principales de Europa.
Durante los días 11, 12, 13 y 14 de julio la música se convierte en protagonista y las gaitas toman las calles empedradas para desembocar en el puerto del pueblo, donde cada noche se darán cita grupos nacionales, pero también internacionales y procedentes de las llamadas "naciones celtas". Y todo esto bajo una máxima indiscutible, la de la "gratuidad".
Con todos estos ingredientes es difícil decirle que no a este festival que, además de estar reconocido como Fiesta de Interés Turístico Nacional en 2003 e Internacional en 2005 por sus conciertos, se ha convertido en una cita segura en el calendario para miles de jóvenes que buscan una fiesta constante y alternativa, la que cada día y cada noche se organiza de forma casi espontánea entre las tiendas de campaña con puestos ambulantes y 'raves' de música electrónica. Así, su magnitud excede lo puramente musical para convertirse en un evento de convivencia y de intercambio entre personas venidas de todos los puntos de España.
Aunque el Festival de Ortigueira existe desde 1978 gracias a los esfuerzos y organización de la entonces Escola de Gaitas de Ortigueira, no fue hasta el año 2000 cuando se asentaron las bases de lo que es hoy en día esta fiesta. Este año, esas bases pasan por abrir los horizontes musicales con una mayor presencia de grupos internacionales. Además ese año se aumenta la inversión en infraestructuras gratuitas como trasportes, duchas o aparcamientos sin olvidar el cuidado máximo de la programación musical y cultural en general.
Y es que, por el escenario del pueblo de Ortigueira pasarán desde este mismo jueves grupos gallegos como Birimbao, Riobó o la Banda Crebinsky, que compartirán tablas con músicos llegados desde < b>Irlanda, Bretaña o Escocia como Kan, Guidewires, Bagad Glazik Kemper, Dán o Gwendal. La nota de color, o la extravagancia, llegará desde Japón de la mano del grupo Harmónica Creams. Todo ello aderezado con los típicos desfiles de las escuelas de gaitas nacionales y del pueblo anfitrión.
Esta noche Ortigueira empezará a sonar más celta de que de costumbre dando la oportunidad a grupos nóveles con el proyecto 'Runas 2013'. Tras un reñido concurso, son cinco los grupos elegidos para abrir este festival y dar a conocer sus creaciones. El que se bautice como mejor grupo de la noche, tendrá una plaza asegurada para volver a ver el mar de Ortigueira mientras tocan en su escenario en la próxima edición junto a los cabezas de cártel.
Para los que no puedan desplazarse hasta este bello pueblo, este año la tecnología será la solución con un canal de YouTube en el que se recuperarán conciertos históricos del festival.
Cultura celta y artesanía
Como es habitual, el pueblo de Ortigueira se llena de productos artesanales y tradicionales con los que los visitantes pueden disfrutar y viajar en el tiempo hasta la cultura celta que dio vida a lo que es hoy Galicia. Pero esta tierra también es naturaleza y esta visión se presentará en el festival desde el punto de vista fotográfico de Vicente Ansola. Con la exposición 'Galicia's dream', el oído deja de trabajar para dar paso a la vista y a los sentimientos que despiertan sus instantáneas en las que se retrata el entorno natural y el paisaje humano de las pequeñas aldeas gallegas. Un reflejo auténtico de la Galicia rural que el año pasado fue reconocido con el prestigioso Premio Hasselblad.
Y de imagen plasmada en papel fotográfico a la audiovisual. Ortigueira y su festival son fuente de inspiración y, para prueba, 'Ortigueira: Los Ecos de Finis Terrae', un documental de dos jóvenes cineastas americanas que, con su productora El Jinete Films, se embarcaron en este proyecto para mostrar al resto del mundo su vivencia más personal de este festival reconocido a nivel internacional. Obra que se estrenará el viernes 12 de julio en el Teatro de la Beneficencia.
Danza irlandesa y canciones folk
Por si la música no fuera suficiente, el menú que este año ofrece el Festival de Ortigueira se completa con un postre muy apetecible y, como no, gratuito: una oferta lúdica que pretende enseñar a los asistentes la base de la cultura celta. Para ello, esta vigésimo novena edición contará con talleres de danza irlandesa y composición folk de la mano de la Dominic Graham School of Irish Dance y por el compositor gallego Ernesto Campos. Los resultados podrán ver el sábado 13 por la noche en el escenario Estrella Galicia.