Seis muertos al descarrilar un tren en una población cercana a París
De los heridos graves, preocupa especialmente el estado de uno de ellos que se encuentra entre la vida y la muerte, según ha informado el presidente Hollande
Al menos seis personas han resultado muertas y varias decenas heridas por el descarrilamiento de un tren a unos cuarenta kilómetros al sur de París, de donde había salido, en la mayor catástrofe ferroviaria de Francia desde 1988.
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Casi cuatro horas después de que ocurriera el siniestro en la estación de Bretigny sur Orge y mientras continuaban las labores de rescate, el presidente francés, François Hollande, ha facilitado a las 21.00 hora local (19.00 GMT) un balance de víctimas que todavía puede variar. Hollande, quien se ha reunido en el lugar de los hechos con responsables policiales y de los bomberos, ha señlado que además de los seis fallecidos contabilizados hay veintidós heridos graves, uno de ellos entre la vida y la muerte.
Ante los medios de comunicación, ha reconocido que se va a tardar tiempo en reconocer a los fallecidos y en poder informar a sus familias, a las que por adelantado quiso mostrar la "solidaridad" del país. En cuanto a las causas del suceso, ha eludido especular e incluso ha desmentido los rumores de que se hubieran hecho obras recientemente en la estación de Bretigny. Se ha limitado a decir que los testimonios recopilados indican que "hubo un choque", pero no se conoce su naturaleza, algo que ha aclarado que aclararán las tres investigaciones, sin descartar "ninguna hipótesis", que van a llevar a cabo la justicia, la compañía ferroviaria SNCF y el Ministerio de Transportes.
"Francia es un país que cuando se produce una catástrofe es capaz de hacerle frente", ha afirmado Hollande, quien reconoce que la Fiesta Nacional francesa el próximo domingo va a que dar enlutada, al tiempo que ha lanzado un mensaje de "solidaridad". En total, han recibido algún tipo de asistencia sanitaria unos 190 de los alrededor de 370 pasajeros que había en el interior del tren accidentado, el cual había salido a las 16.53 hora local (14.53 GMT) de la estación parisina de Austerlitz con destino a Limoges.
Un cuarto de hora más tarde, cuando pasaba por Bretigny sur Orge -donde no tenía parada- todos los vagones a partir del tercero descarrilaron y algunos incluso volcaron. Una pasajera que ha contado su experiencia a la emisora 'France Info' ha asegurado que notaron una especie de choque y que "el tren frenaba brutalmente" y se paraba: "Creí que había llegado mi última hora".
El presidente de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF), Guillaume Pépy, habla de "catástrofe ferroviaria" y garantiza una "total transparencia" en la investigación sobre los motivos del incidente. El de hoy es el mayor desastre ferroviario en Francia desde el que se produjo en la estación de Lyon de París en 1988, en el que murieron 56 personas.
Algunas personas que viajaban en el tren o se encontraban en la estación de Bretigny han subido fotos del accidente a distintas redes sociales: