Los toros, mejor mansos
Análisis de las tácticas del Gobierno en las ruedas de prensa
El Gobierno ha convocado una rueda de prensa un viernes de agosto a la hora de comer y solamente ha respondido a tres preguntas de la prensa tras 45 minutos de explicaciones de las medidas aprobadas.
En la lidia los toros salían tan bravos al ruedo y la integridad física de los toreros corría tanto peligro que se idearon métodos que pusiesen freno a su fogosidad. Así surgieron el picador y los banderilleros. Que,como es sabido, han de actuar con tino. Si se pasan en el castigo los toros quedan baldados y pierde el espectáculo.
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El Gobierno no necesita dar espectáculo en la rueda de prensa que sigue al Consejo de Ministros de los viernes. No necesita mantener al toro -perdón, a los periodistas- ni mínimamente despiertos. No puede hacerlos pasar por picador y banderilleros, pero ha ideado otros métodos de sutileza comparable para llegar al turno de preguntas con el personal entregado. La rueda de prensa de este viernes ha comenzado al filo de las 15 horas. Un viernes 2 de agosto.
Ha habido que esperar 40 minutos a que se abordase el primer tema de interés general, cuando la Ministra de Empleo empezó a hacer balance de la reforma laboral. Sólo después comentó los datos de paro. Antes, 40 minutos farragosos de Sáenz de Santamaría, Guindos y Báñez en que se palpaba su delectación encalomando un rollo infumable a los presentes. A las 15:45 se permitió por fin a los periodistas hacer preguntas. No habían comido. A las 15:55 tiraron la toalla. El Gobierno, indemne.