¿Qué clase de vegetariano era Hitler?

¿Era Hitler lactovegetariano, ovolácteo-vegetariano o pescetariano? 68 años después de su muerte esta pregunta sigue todavía sin respuesta y, lamentablemente, la duda no se podrá solventar acudiendo a la Wikipedia. La enciclopedia libre, a la que se le atribuye la capacidad de poner fin a intensos debates y discusiones de toda índole y condición, lejos de zanjar la polémica, la alimenta [link en alemán].

De acuerdo con un estudio reciente del Oxford Internet Institute (OII), el apartado de la Wikipedia germana en el que se hace referencia a la alimentación del Führer se encuentra en el top-ten de las entradas más modificadas y que más controversia generan, como recoge en diario Die Welt en su edición digital.

¿Fue Hitler un vegetariano moderado o, por el contrario, fue (también en este aspecto) un tanto radical? No existe unanimidad al respecto aunque sí se sabe, por ejemplo, que no fumaba y que era abstemio.

Personas cercanas al dictador indican que antes de comenzar la II Guerra Mundial comía carne y que se inició en el vegetarianismo a finales de los años 30 o a principios de los 40. De hecho, Dione Lucas, la primera mujer que se graduó en Le Cordon Bleu, presumía de haberle preparado a Hitler una paloma rellena años antes de que comenzara el conflicto.

Esta tesis coincidiría con la que, en la actualidad, defienden los historiadores. La gran mayoría asegura que, al menos durante la II Guerra Mundial, el Führer siguió una dieta vegetariana. Un dato que también respalda el testimonio de Margot Wölk, una de las catadoras oficiales de la comida de Hitler.

El otrora canciller alemán contó desde 1933 y hasta su último almuerzo, el 30 de abril de 1945, con una cocinera propia, la dietista Constanze Manziarly, quien le preparaba guisos vegetarianos.

También Traudl Junge, quien en 1942 pasó a ser secretaria de Adolf Hitler, aseguró que el Führer siempre evitó comer carne pero que su cocinero austriaco Kruemel añadía algunas veces un poco de grasa o caldo animal.

A pesar de que existen multitud de teorías que explicarían la inclinación de Hitler hacia el vegetarianismo, una de las que más fuerza cobra entre los historiadores es la de que el dictador tenía un estómago delicado y la ingesta de frutas y verduras resultaba beneficiosa para su salud.

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