La reforma que sí haría sostenible la sanidad
Si se cumplen las previsiones del Fondo Monetario Internacional ninguna Comunidad tendrá garantizada la sostenibilidad financiera del sistema
La Fundación BBVA ha hecho público un estudio que asegura que: "El sistema sanitario no será sostenible si nuestra economía no crece un mínimo del 1,4% anual desde el año que viene a 2016". Como esta posibilidad resulta prácticamente imposible, a tenor de las previsiones de crecimiento económico realizadas por organismos como el Fondo Monetario Internacional, ninguna comunidad autónoma, dice el informe, tiene garantizada a medio plazo la sostenibilidad financiera del sistema sanitario público. Si se mantienen las tendencias observadas hasta 2010, y no se implementan nuevas reformas que las modifiquen, el gasto sanitario va a crecer a una tasa media anual del 4, 4 por ciento de aquí a 2016.
Más información
- La Marea Blanca vuelve a las calles para defender la sanidad pública
- El Gobierno margina a lesbianas y mujeres solas de los tratamientos de fertilidad públicos
- El Gobierno deja de financiar los anticonceptivos más modernos
- El presupuesto para las clínicas privadas aumentó un 55%
- José María Cano: ''Con la telemedicina me siento más seguro, no tengo que salir de casa''
Este es uno de los resultados de la investigación El sistema sanitario público en España y sus comunidades autónomas: Sostenibilidad y reformas, dirigida por el profesor de la Universidad de Murcia José María Abellán y realizada junto a un equipo de especialistas en Economía de la Salud de la citada universidad. La monografía entronca con dos líneas de trabajo del Programa de Investigación Fundación BBVA-Ivie: la referida a la economía de la salud, y la relacionada con el gasto público y las diferencias regionales del sector público español, de la que se han derivado diversas monografías y bancos de datos.
Una de las conclusiones del estudio es que las reformas recientes se centran en la reducción del nivel de gasto sanitario, y no tanto en la promoción de la eficiencia del conjunto del sistema sanitario público, lo que puede provocar en algunas ocasiones un "efecto sustitución. Es el caso, por ejemplo, del copago farmacéutico por parte de los pensionistas, según el profesor José María Abellán. "Que muchos pensionistas puedan estar abandonando su pauta de medicación, que no retiren todas las medicinas que les indicó el médico por la implantación del copago, al final provoca un 'efecto sustitución'. Es decir, el ahorro que se había previsto por la implantación del copago se ve compensado con el mayor gasto de estos pacientes en ingresos hospitalarios."
Los datos del estudio dejan claro que si se cumplen las previsiones de crecimiento económico realizadas por organismos como el Fondo Monetario internacional, ninguna Comunidad Autónoma tiene garantizada a medio plazo la sostenibilidad financiera del sistema sanitario público. Según los autores estos resultados muestran la "ineludible necesidad" de implementar reformas encaminadas a aumentar la eficiencia del sistema sanitario público y que redunden, en último término, en un menor crecimiento del gasto sanitario. Añaden que resulta "imprescindible" que las reformas que se pongan en marcha tengan en cuenta los elementos transitorios presentes en los problemas de sostenibilidad del sistema sanitario público, debidos a la actual crisis económica. Las reformas deben ir encaminadas a mejorar la eficiencia del sistema sin que, según las estimaciones realizadas en el estudio, sea necesario que se modifiquen los elementos sustanciales que definen el sistema sanitario público español.
Entre las propuestas de reforma el profesor Abellán defiende la estrategia de reinversión, que consistiría en reevaluar el coste eficacia de medicamentos, tratamientos o tecnología sanitaria en uso. Para dejar de financiar lo que no compensa y reinvertirlo en procesos con eficacia demostrada. Pero claro, para esto hacen falta muchos estudios (que no se han hecho) y mucha transparencia para que el personal sanitario sepa a qué atenerse cuando prescribe algún medicamento o prueba diagnóstica. Abellán insiste en otro cambio fundamental: "Si lo que queremos es tener menos gente enferma, hay que anticiparse con un sistema de atención a la cronicidad. Nuestro sistema está sesgado claramente hacia los agudos y eso lo demuestra el desequilibrio que existe entre el peso que tiene el gasto en servicios hospitalarios y especializados frente al gasto en servicios de atención primaria y en gastos de salud pública y prevención de la enfermedad.