Cincuenta años de 'El verdugo', obra maestra de Berlanga
Con la Mostra de Venecia llegando a su fin, recordamos una de las películas claves del cine español que triunfó en el Palazzo del Cinema allá por el '63
Verdugo (José Isbert) y enterrador (Nino Manfredi), suegro y yerno
Para muchos 'El verdugo' es la obra maestra del director Luis García Berlanga y uno de los hitos cinematográficos del cine español. Berlanga, junto a Buñuel, no solo contribuyó a la historia artística audiovisual con cintas insólitas como '¡Bienvenido Míster Marshal!' (1953) o 'Plácido' (1961), sino que supo plasmar la peculiaridad de la España negra bajo el régimen franquista a través de la sátira.
El guion de 'El verdugo' es del también subversivo Rafael Azcona -que también guionizó 'Plácido'-. Trata de un joven enterrador, José Luis, que planea emigrar a Alemania para ser mecánico pero conoce y se enamora de Carmen, hija de un verdugo, Amadeu. Tras ser sorprendidos en una situación comprometida, el viejo les obliga a casarse. Al no contar la pareja con ingresos, Amadeu trata de presuadir a su futuro yerno para que le releve en su puesto como ejecutor, ya que él tiene pensado jubilarse. El yerno acaba aceptando el puesto, temptado por el piso que se le entregaría al aceptar un puesto oficial ...y con la -falsa- esperanza de que probablemente nunca tenga que ejecutar a nadie.
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Berlanga provenía del seno de una familia acomodada de Valencia. Su padre fue diputado republicano y condenado a muerte tras la Guerra Civil. En un intento de evitar represalías políticas y la condena de su padre, Berlanga hijo se unió a la División Azul, el cuerpo de voluntarios para apoyar al ejército alemán. De vuelta en Madrid, se interesaría por el cine, matriculándose en el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas, donde conocería a Juan Antonio Bardem, con quien codirigiría su ópera prima 'Esa pareja feliz' (1951).
Cuando el maestro estrenó 'El verdugo' en el '63, todavía quedarían 12 años por delante de ejecuciones oficiales en España. Aunque 'El verdugo' nos parezca hoy una clara crítica contra la pena de muerte, Berlanga supo burlarse de la censura del régimen al no utilizar la explicitud y al cargar sus películas con dobles lecturas. La pena de muerte en España se aboliría oficialmente con la Ley Orgánica de 1995, aunque la Constitución del '78 ya lo establecía. Aquellas ejecuciones de un régimen dando sus últimos coletazos en el verano del '75 también se llevarían al cine en otra película española mucho más reciente y de un tono muy distinto, 'Salvador Puig Antich' (2006), con Daniel Brühl en el papel principal.
Dos años antes y en otro festival internacional, Buñuel consiguió algo parecido. Fue la propia dictadura quien presentó a concurso en Cannes 'Viridiana', sin darse cuenta de su marcado anticlericalismo. Tras la inmediata acusación de blasfemia de la cinta por parte del Vaticano, se intentó retirar del festival, pero tarde, porque acabaría ganando la Palma de Oro. Aquella cinta se prohibió dentro de nuestras fronteras, pero 'El verdugo' sí que llegó a las salas. De esa manera se distribuyó una cinta que ofrecía algo a la sociedad española que el régimen siempre quiso evitar: un espejo donde mirarse.
