Moliner y Torres-Dulce abren el curso judicial con críticas a Gallardón

Solemne acto de apertura del año judicial presidido por el rey Juan Carlos y en el que se han escuchado los discursos del presidente del Consejo del Poder Judicial y del Fiscal General del Estado. Gonzalo Moliner ha pedido más medios para los órganos judiciales y ha criticado la reforma del órgano de gobierno de los jueces. Eduardo Torres-Dulce ha puesto el acento en el futuro código procesal penal porque deja al fiscal a merced del juez y de las partes en la investigación de los delitos.

El presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo ha aprovechado la apertura del año judicial para pedir más medios al Ministerio de Justicia y criticar la reforma del órgano de gobierno de los jueces. Gonzalo Moliner ha destacado la puesta al día del Tribunal Supremo en la resolución de asuntos pero ha subrayado que "es necesario que el juez cuente con la adecuada dotación de medios que den cobertura al ejercicio de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado y esa necesidad no se cumple en su plenitud en nuestro país".

Moliner también se ha referido a la reforma del consejo del Poder Judicial que ahora preside. Según sus palabras la reforma de Gallardón ha introducido "importantes limitaciones en su estructura" y ha criticado el sistema de elección de los vocales porque se hace "por cuotas y no por consenso que es lo que quiso el constituyente".

Torres-Dulce y la unidad de España

El Fiscal General del Estado ha arrancado su discurso apelando a la unidad de España en pleno desafío soberanista de Cataluña y asegurando que "el rey es el símbolo de su unidad". Preocupado por la crisis y sus efectos ha recordado parafraseando a Ortega y Gasset que "toda realidad ignorada prepara su venganza" y que las instituciones deben emplearse a fondo para evitar "la desafección de la cosa pública".

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Las críticas al Gobierno se han centrado en el futuro código procesal penal. Eduardo Torres-Dulce ha explicado que "incurre en una grave incongruencia al atribuir la dirección de la investigación al fiscal y negarle la capacidad de maniobra necesaria para llevarla a buen término". Y ello porque le somete "a un constante escrutinio de su actividad por parte del juez de garantías y por las partes desconocido en el derecho comparado e incompatible con cualquier perspectiva de eficacia".

Desde el punto de vista de los datos que maneja la fiscalía se confirma la caída de la actividad del terrorismo de ETA, se estabiliza el terrorismo yihadista y aumentan los casos de independentistas gallegos. La corrupción es el gran problema que tiene el Ministerio Público. Torres-Dulce alerta de que los casos de fraudes cometidos por funcionarios o autoridad pública han aumentado un 120% y ha exigido "aumentar la eficiencia de los órganos de inspección y control para establecer unos mecanismos de detección precoz que permitan abortar la corrupción en sus inicios". Sobre las preferentes ha reconocido que se estudiará caso por caso y el jefe de la fiscalía avisa de que "han supuesto la volatilización de los ahorros de muchos ciudadanos de condición modesta".