El PP arranca su campaña contra el derecho a decidir en Cataluña
La presidenta de los populares catalanes, Alicia Sánchez Camacho, se incorpora a partir de este lunes y de forma periódica, a la reunión del Comité de Dirección del PP nacional
El Partido Popular lanza una ofensiva para desmontar los argumentos independentistas. Con el recuerdo aún de su recogida de firmas contra el Estatut, los conservadores se embarcan ahora en una campaña de información y la creación de un grupo de trabajo. Además, darán su apoyo a la manifestación del próximo 12 de octubre en Barcelona para reivindicar que Cataluña es España.
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El PP se lanza al ataque. A partir de este lunes y de forma periódica, Alicia Sánchez Camacho acudirá a los 'maitines' de la calle Génova. La presidenta de los populares catalanes explicará a sus compañeros la campaña que ella misma activó el pasado mes de junio en Cataluña bajo el lema 'derecho a saber frente a derecho a decidir'. Y también aprovechará la ocasión para contarles su paso por la conferencia anual del Partido Conservador británico en Manchester. De la que ha vuelto pensando que lo más idóneo sería que las formaciones españolas emularan a los unionistas de Reino Unido con su 'no' al referéndum para la independencia de Escocia.
Ahora el objetivo de los populares es aunar sus fuerzas y lanzar mensajes más contundentes a nivel nacional contra los soberanistas. Dicen que lo hacen para que los españoles y los catalanes, que no apoyan las pretensiones de Artur Mas, estén "bien informados". Se quejan de que no pueden hacerlo "allí porque hay mucho ruido y demasiada propaganda". Por ejemplo, quieren desmontar el argumento de que España roba a Cataluña con muchas cifras.
No temen que con esta ofensiva se les vuelva a acusar de catalanofobia. Aunque en el recuerdo quedan aquel "España se rompe", varios altercados y la recogida, con Mariano Rajoy al frente, de cuatro millones de firmas contra el Estatut.
Además de este encuentro, el martes se va a constituir un grupo de trabajo, que presidirá María Dolores de Cospedal. Y todo ello vendrá a complementarse con la acción de Gobierno y algunas visitas de Rajoy a Cataluña. Se habla de que la formación conservadora celebre allí su próxima Convención a principios de 2014. Pero aún no hay nada cerrado. En cualquier caso, con todo ello el PP catalán encontrará el altavoz que tanta falta dice que le hace.
El Partido Popular también apoyará la manifestación que recorrerá el centro de Barcelona el próximo 12 de octubre, día de la Hispanidad, para reivindicar que Cataluña es España. Los populares esperan que sea "todo un éxito".
Antecedentes
Cuando el PP estaba en la oposición, Cataluña fue también su gran motivo de preocupación. El partido de Rajoy invirtió medio millón de euros en lanzar una campaña de publicidad contra la reforma del Estatut en la que se reclamaba el derecho de todos los ciudadanos a decidir. A través de los medios de comunicación y las redes sociales se divulgaron los perjuicios del proyecto y hubo una movilización por toda España con el reparto de cientos de miles de trípticos para explicar las consecuencias.
Cuando en 2006, Zapatero y Mas, en lo que se conoció como "la noche de los cigarrillos", llegaron a un acuerdo global sobre la definición de Cataluña, el PP denunció que el pacto se había producido en "reuniones secretas". A Rajoy, que ahora celebra encuentro privados con el president de la Generalitat, le sentó fatal lo que denunció como "absoluta falta de transparencia" del Gobierno.
Rajoy fue entonces al Congreso para demostrar su oposición radical y ante todo los grupos no tuvo reparos en denunciar que Cataluña iba a ser "un pseudoestado a cambio de debilitar al Estado español". Fue entonces cuando le empezaron a acusar de "anticatalanista". Algo que él siempre rechazó. Pero que le valieron caceroladas e insultos. Hasta tuvo que salir escoltado de un mitin, junto a Piqué, entre una lluvia de huevos.
Pero lo más significativo fue sin duda que durante la tramitación del Estatut, el Partido Popular pusiera en marcha una recogida de firmas para un referéndum en defensa de la unidad de España. Era la campaña 'Todos tenemos derecho a opinar'. Rajoy le dio el pistoletazo de salida, como gesto simbólico, en Cádiz. Se hizo la foto en la avenida Diagonal de Barcelona ante unas 150 personas en una mesa junto a Piqué. Y el 25 de abril de 2006, el líder del PP se presentó en el Congreso con 876 cajas. Una decena de furgonetas almacenaban más de cuatro millones de firmas. En la sede nacional del PP contabilizaron que unos cuarenta mil catalanes se habían sumado.
Por aquel entonces Rajoy entonaba el mismo discurso de hoy en día: apelaba a la Constitución, recordaba que todos los españoles y no solo una parte tenían que ser tenidos en cuenta y mostraba su estupor porque se caminara en dirección contraria a la del resto de países de nuestro entorno, buscando solo los intereses partidistas de unos pocos. El guión no ha cambiado en siete años.
No fue la única medida que se empleó. El PP acudió al Constitucional para recurrir el Estatut. Y fueron Federico Trillo y Soraya Sáenz de Santamaría los que inmortalizaron la escena posando para los fotógrafos.