Sánchez-Camacho se reúne con Montoro

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, está "permanentemente informado" de los pasos que da la dirigente conservadora que este lunes recibió un sonoro portazo de la dirección nacional y de los barones de su partido.

A pesar del rechazo frontal de la dirección nacional y de la rebelión de los barones populares, Alicia Sánchez Camacho no se echa para atrás. Mantiene "permanentemente informado" al presidente del Gobierno y ha concertado varias reuniones de alto nivel con el Ejecutivo. La primera, hoy mismo, a las 11 de la mañana, cuando la cúpula del PP catalán, con ella a la cabeza, se vea con Cristóbal Montoro. El ministro de Hacienda ya ha dicho que no va a tolerar que se abran brechas entre autonomías. Pero ella insistirá en que hay que dar con una solución.

Los colaboradores de Sánchez Camacho creen que el portazo a su propuesta no quita para que ahora sus compañeros de partido sean por fin conscientes del "peligro" que se cierne sobre los catalanes. "Ahora al menos ya saben cuál es la magnitud de la tragedia, de lo que se está incubando en la sociedad catalana por el independentismo y se han dado cuenta de que se tienen que preocupar en serio y no minusvalorar la situación", cuenta una persona cercana a la líder conservadora catalana.

También destacan que este lunes el núcleo duro se mostró "receptivo" a poner en marcha una campaña para denunciar las mentiras de los que defienden el soberanismo y apuntan que, además, se fueron con el apoyo del PP a nivel nacional a la manifestación que se celebrará el próximo 12 de octubre, día de la Hispanidad, en Barcelona para reivindicar que Cataluña es España.

Pero lo de la "financiación singular", que aboga por limitar la solidaridad entre autonomías y que las ayudas sean finalistas, no cosechó ningún éxito. Por eso ahora insisten en que esta es una fórmula más para debatir. Y no entienden por qué se ha formado todo este revuelo cuando se aprobó en su congreso regional de mayo de 2012 como alternativa al pacto fiscal de Artur Mas.

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En el PP catalán comprenden que María Dolores de Cospedal ofrezca un no por respuesta porque además de secretaria general es presidenta de Castilla-La Mancha y tendría problemas para explicarlo. Pero relativizan lo que ocurrió este lunes. Para todos, lo importante es lo que diga Rajoy. Dicen que es a él a quien corresponde la última palabra. Están convencidos de que si se impone este sistema y el presidente del Gobierno lo explica, nadie se atreverá a plantarle cara.