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Las claves de la crisis fiscal en EEUU

Preguntas y respuestas sobre el techo de la deuda en EEUU

Imagen de la cúpula del Capitolio en la ciudad de Washington(REUTERS/Kevin Lamarque)

En la medianoche del jueves al viernes, se cumple el plazo a partir del cual, según los cálculos del Tesoro, Estados Unidos entraría en situación de impago si no hay una votación favorable al acuerdo. El plan pactado entre republicanos y demócratas debe sellarse aún y nadie se fía de polémico Tea Party en la Cámara de Representantes.

¿De qué estamos hablando?

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Cuando un país necesita más dinero del que consigue mediante la recaudación de impuestos, pide dinero prestado mediante la emisión de deuda. El impago viene cuando el país no tiene efectivo suficiente para devolver a los inversores ese dinero recaudado mediante la emisión de deuda, y los intereses correspondientes, en los plazos convenidos.

Según los cálculos del Tesoro Federal, eso es lo que le pasaría a Estados Unidos si no vota a favor de aumentar el techo de la deuda, es decir, si no se da la autorización para seguir pidiendo dinero prestado. En realidad el umbral de deuda (16,7 billones de dólares) se superó oficialmente en mayo; desde entonces se han estado usando "arreglos contables" para afrontar los pagos.

Las claves de la votación

El Senado necesita consenso para aprobar el texto, sólo lo podría hacer con un trámite especial que sólo es aplicable si hay unanumidad. Si hay un solo senador republicano que se opone, el proceso vuelve al trámite normal, que nos llevaría a votación el viernes o sábado en el Senado. Sólo entonces pasaría a la Cámara de Representantes

¿Qué pasaría si fracasase la votación?

Nadie tiene respuesta para esto, pero no parece que este mismo viernes hubiera un gran cambio, más allá de la reacciones de los mercados.

Lo cierto es que según la estimación del Tesoro, a partir del viernes no se podría seguir pidiendo dinero prestado, pero el Gobierno aún tiene unos 30.000 millones con los que seguir afrontando pagos inmediatos. Lo normal es que durante unos días o semanas, no pasaría nada por lo menos desde el punto de vista de EEUU, otra cosa es como encajarían la noticia los mercados internacionales

Entre los pagos que habría que afrontar:

- 23 de octubre: 12.000 millones a la Seguridad Social

- 28 de octubre: pago del salario de los empleados federales

- 31 de octubre: 6.000 millones de intereses de la deuda

- Entre el 30 de octubre y el 1 de noviembre: 58.000 millones a Madicare y la Seguridad Social, pago a militares y otros gastos

- 14 de noviembre: pagos de la Seguridad Social

- 15 de noviembre: nuevo pago de intereses de la deuda

Por lo tanto, los problemas reales podrían llegar entre el 22 de octubre y el 1 de noviembre, no el mismo jueves; pero desde el punto de vista político éste es un mensaje que no le ha interesado lanzar desde las filas demócratas o desde la Casa Blanca, porque podría suponer una disminución de la presión sobre los republicanos para que aprueben un acuerdo.

¿El Tesoro de Estados Unidos podría elegir a quién pagar?

Se había especulado con la posibilidad de que si no había acuerdo, a partir del viernes, la Administración pueda priorizar los pagos a los acreedores. Sin embargo técnicamente no está claro que eso se pueda hacer, y legalmente un informe de la Universidad de Columbia advierte de la posible ilegalidad de esa medida.

¿Sale mal parado el partido republicano?

Según las encuestas más recientes, los ciudadanos están culpando a los republicanos de la parálisis actual de la Administración. Cabe suponer que también señalarían al Partido Republicano como responsable de las consecuencias de un posible impago, y con las elecciones de mitad de mandato a un año vista, no parece una buena jugada desde el punto de vista político. Salvo para algunos extremistas del Tea Party, claro, ahí está el gran interrogante de todo este asunto.

La suspensión de pagos, un hecho histórico

Nunca se ha llegado al extremo de declarar un impago, pero la negociación sobre el aumento del techo de deuda es habitual, y en muchas ocasiones se llega a acuerdos de última hora, como parece ser en esta ocasión. Lo habitual es que lo usen los partidos que están en la oposición para conseguir concesiones en asuntos clave. Así, los Demócratas convencieron a Reagan para reducir el presupuesto militar, los Republicanos lograron recortes en las ayudas médicas con Clinton.... Normalmente los que se oponen con fiereza a un aumento desde la oposición, lo defienden con firmeza cuando llegan a la Casa Blanca. Un ejemplo: con George W. Bush en la presidencia, el mismo partido que había protestado por cualquier subida del límite, elevó el techo hasta en siete ocasiones.

¿Por qué se ha llegado tan lejos?

Hay dos motivos. Uno, el precedente inmediato del cierre de la administración. Parecía, como en este caso, que los dos partidos estaban de acuerdo en que había que evitar llegar a esa situación, pero Estados Unidos lleva ya dos semanas de cierre. Dos, y más peligrosos: algunos representantes del Tea Party en la Cámara, están convencidos de que las consecuencias de un impago no serían tan desastrosas e incluso podrían servir para reducir el gobierno, para hacerlo más ligero. Según un sondeo reciente de Pew, hasta un 39% de estadounidenses comparten esa visión.

Rafa Panadero

Rafa Panadero

Ha desarrollado casi toda su carrera profesional en la Cadena SER, a la que se incorporó en 2002 tras...

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