El juzgado que investiga el asalto a casa de Luis Bárcenas ha decretado el ingreso en prisión provisional sin fianza para el hombre que entró en el domicilio haciéndose pasar por un funcionario de la prisión y maniató a la familia, y la cárcel elegida es la de Soto del Real, donde precisamente se encuentra preso el extesorero del Partido Popular desde el pasado mes de junio. El juez, según ha declarado su abogado a la prensa a la salida del juzgado, atribuye al hombre de 64 años una falta de lesiones y cuatro delitos de tenencia ilícita de armas, amenazas, allanamiento de morada y detención ilegal. Luis Bárcenas y el hombre que asaltó su domicilio vestido de cura podrían verse las caras entre las rejas de Soto del Real. El magistrado del juzgado de instrucción nº 48 de Madrid ha decretado prisión provisional sin fianza para Enrique Olivares García, de 64 años, que el pasado miércoles entró en casa de Bárcenas y maniató a su familia al grito de «¿Dónde están los pen-drives?», comunicando también que la prisión elegida para su encarcelamiento sea el Centro Penitenciario Madrid V (Soto del Real), la cárcel donde también está preso precisamente Luis Bárcenas. El ahora encarcelado ha comparecido ante el titular del Juzgado de Instrucción nº 48 de Madrid en Plaza de Castilla, que se ha hecho cargo de la investigación del suceso. En declaraciones a la prensa, el abogado Félix Bernal ha señalado que a su cliente se le atribuyen una falta de lesiones y cuatro delitos: tenencia ilícita de armas, amenazas, allanamiento de morada y detención ilegal. «Estaba muy preocupado por la situación de España» El letrado defensor de Olivares ha ofrecido su versión de los hechos a la entrada del juzgado. Según Bernal, su cliente estaba «muy preocupado por la situación de España: el paro, la sanidad... y pensó que si Bárcenas le echa un pulso al Gobierno con esa información, él podría intentar ayudar a que España vuelva a estar mejor si tuviera esa misma información». Dicho y hecho, se vino para Madrid. Según describe el abogado, Olivares compró por el camino una camisa con alzacuellos, y consiguió entrar en casa de Luis Bárcenas diciendo que era un sacerdote de Instituciones Penitenciarias que venía a hablarles de su familiar. «Como es lógico, le dejan pasar, tiene aspecto afable y más con un alzacuellos. Yo le dejaría pasar a mi casa», asegura el letrado. Una vez dentro de la casa, maniata a la familia y les pide los pen-drives« donde, según él, Luis Bárcenas tiene la información que mantiene en jaque al ejecutivo. »No tenía intención de hacer daño, les tuvo a su merced y no les produjo daños más allá de las rozaduras de las bridas o forzarles para que se tumbaran en el suelo cuando podría haber hecho cualquier barbaridad. Un revólver del Siglo XIX Ni siquiera el abogado del acusado sabe a ciencia cierta si el arma que llevaba era de verdad o de mentira. Según el letrado, «es un revolver que debe ser del Siglo XIX, de esos de duelo que usaban los caballeros para batirse, y él asegura que no funciona, ni el tambor ni el martillo, pero estamos pendientes del informe de la Policía Científica. Asegura el abogado que el acusado se encuentra bien: »Él hacía esto para mejorar la situación de España, sabe que no le ha salido bien pero se encuentra bien porque lo ha intentado. También ha asegurado que fue reducido cuando aflojó las ataduras del hijo de Luis Bárcenas, a petición de la madre. «No ha tenido una vida fácil» A la entrada del juzgado, el abogado del hombre, Félix Bernal, ha dado su versión de los hechos y ha dibujado un retrato de su cliente, rechazando que el suceso del miércoles fuera una estrategia urdida de forma colectiva. Según ha explicado, «su comportamiento no es el de una persona normal, y con el máximo respeto a Javier Gómez de Liaño, no tiene pinta de que sea un plan preconcebido y le hayan mandado a robar». Para su abogado, Enrique Olivares «es una persona que no tiene el perfil, ha estado en riesgo de exclusión social, ha sido atendido por los servicios sociales, ha vivido 20 años fuera de España y no ha tenido una vida fácil».