El PSOE alimenta su optimismo con un sondeo que prevé un vuelco a la izquierda
Una encuesta con 1.700 entrevistas presenciales augura que el PP perdería la mitad de sus apoyos
Pese a la pérdida de apoyos, existe cierto optimismo en la dirección del PSOE. Creen que algo está cambiando y Rubalcaba da por seguro que, en la próxima legislatura, habrá una nueva mayoría que derogará las reformas del Gobierno. ¿En qué se basa?
Hay un sondeo elaborado por la revista Temas, próxima al PSOE, que se conocerá el lunes pero que ya maneja el partido. Está hecho de forma presencial, acudiendo a la casa de mil setecientas personas, lleva la firma del catedrático José Félix Tezanos y la profesora Verónica Díaz y en Ferraz confía seriamente en el dibujo que traza.
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Su conclusión se resume en este dato: en las últimas generales, el PP obtuvo el apoyo del 44%. Ahora, PSOE e Izquierda Unida tendrían el 48%. La hegemonía cambia de bando. Por dos razones. El PSOE sube al 35% en intención de voto e Izquierda Unida duplica su último dato hasta llegar al 13%. Los socialistas recuperan parte del voto perdido y otra parte se va a IU.
Sube moderadamente UPyD (obtendría el 7%), pero el fenómeno más destacado que se ve en la encuesta -y esta es la segunda razón- es el desplome del PP, que apenas superaría el 26%. La mitad de la gente que les votó en 2011 no lo haría ahora. Castiga su política de ajustes, alertan de cómo se ha disparado la desigualdad (el 75% opina que España padece grandes desigualdades sociales) y aparecen votantes que se dicen desencantados. Incluso avergonzados de haber apoyado a Rajoy.
La encuesta demuestra que el juego sigue estando entre PP y PSOE, que el bipartidismo predomina, pero que las dos grandes fuerzas necesitan cada vez más de los partidos cada vez menos minoritarios. Pese a la confianza que Ferraz deposita en el sondeo, sigue siendo una encuesta, que llega además en un momento en el que confluyen varios debates internos, a la espera de otros barómetros -como el del CIS- y a las puertas de la conferencia política en la que el PSOE se juega la credibilidad de su proyecto.