El PSOE pide cambios pero Rubalcaba fijará los tiempos

La fecha de las primarias la decidirá el próximo comité federal del PSOE. Por mucho que algunos dirigentes maniobraron para que la conferencia de este fin de semana marcara un calendario, la mayoría de los delegados votó a favor de respetar los tiempos de Ferraz. El partido, eso sí, pide a la dirección que despeje cuanto antes la incógnita, que trabaje ya en consensuar una fecha que abra el proceso de relevo y acabe con el debate interno. Unidad fue, precisamente, lo que pidió la presidenta andaluza, Susana Díaz, que pidió "generosidad" a Rubalcaba y advirtió de que España no se puede permitir un PSOE "que cree desconcierto e inseguridad" entre los ciudadanos.

La ponencia que discutía los cambios orgánicos en el PSOE rechazó fijar una fecha para las primarias, como querían varios barones. El que más se movió para que se avanzara en el calendario fue el madrileño Tomás Gómez que, aunque aseguraba salir satisfecho porque la fecha se conocerá en el próximo comité federal, no ha logrado que se marcaran los plazos en esta conferencia. La mayoría rechazó esa opción y ahora será la dirección -como había previsto- la que tendrá que empezar a negociar con los secretarios generales la mejor fecha. En eso, lo que muchos piden es que el proceso sea rápido para acabar con la incertidumbre y Rubalcaba inicie el proceso de su propio relevo.

Los socialistas escucharon ayer un contundente discurso de Susana Díaz, crítico con la situación actual del partido. Dijo que no se están haciendo las cosas bien, que el PSOE no puede esperar "a que falle la derecha" porque la gente les está esperando y que la forma de afrontar la tensión territorial con Cataluña "crea desconcierto e inseguridad entre los ciudadanos. Juntos somos más". El presidente asturiano, Javier Fernández, abundó en el discurso territorial: "Pertenezco a una generación en la que la España de los símbolos, los signos y las banderas nos importa menos que la de los hombres y mujeres que trabajan, estudian, lloran o ríen en ella".

Hubo muchas conversaciones de dirigentes del partido, entre ellos y con el secretario general. Muchos de ellos apuntaban que aunque Ferraz marque el calendario está claro que no puede dilatarse y que, cuando se abra, Rubalcaba debe dar un paso atrás. Él, sin embargo, no ha dicho aún qué piensa hacer y esta semana ha llegado a decir que se siente fuerte. La dirección prefería ayer centrarse en que la conferencia "ha salido bien" porque se han visto nuevas ideas y el partido, tras mucha discusión interna, ha escenificado al menos unidad.

Las llamadas a la unidad fueron constantes el viernes. La vicesecretaria general, Elena Valenciano, repitió varias veces la expresión "agrupémonos todos" y aseguró que la discusión interna da credibilidad y fuerza al partido si se hace bien.