En los enfrentamientos se han provocado múltiples destrozos, como lunas de escaparates, cabinas telefónicas y marquesinas de autobús destrozadas y la calle Vitoria, una de las principales de Burgos y por cuya conversión en bulevar se realiza la protesta, jalonada de contenedores ardiendo. Al menos 17 personas han sido detenidas, entre ellas un menor, y nueve policías han resultado heridos y atendidos por personal sanitario. Según el balance oficial de la Delegación del Gobierno al menos 17 personas, entre las que se encuentra un menor de edad, han sido detenidas por los disturbios registrados durante la pasada noche en el barrio de Gamonal de la capital burgalesa, tras la celebración de una manifestación contra la reconversión de la calle Vitoria en un bulevar. Además, ocho agentes de Policía Nacional y uno de Policía Local han resultado heridos y atendidos por personal sanitario tras la manifestación que acabó con cargas policiales durante varias horas. La manifestación se iniciaba en torno a las 17:00 horas del viernes con una concentración de alrededor de 200 personas en la confluencia de las calles Vitoria y San Bruno, junto al lugar donde se han iniciado las obras para la construcción de un aparcamiento subterráneo. Con el paso de las horas, el número de manifestantes fue en aumento y la concentración se dividió por zonas hasta paralizar el tráfico rodado no sólo en las inmediaciones de San Bruno, sino también en la barriada Juan XXIII y en el cruce de la calle Vitoria con la carretera de Logroño, lo que impidió el normal servicio de los autobuses urbanos y la prohibición de la circulación por las principales calles del barrio de Gamonal. En torno a las 22:00 horas, un reducido grupo de manifestantes lanzaron piedras y otros objetos a un vehículo policial que circulaba por la glorieta de Logroño, lo que provocó la intervención de los agentes de la Policía Nacional, que hasta ese momento permanecían repartidos por diferentes zonas de la calle Vitoria. Cargas policiales A partir de entonces, se iniciaron las cargas policiales, que se prolongaron durante varias horas no sólo por la calle Vitoria, sino también por lugares aledaños, como la zona de Lavaderos y la barriada Juan XXIII, y algunos manifestantes comenzaron a emprenderla con el mobiliario urbano. Tras derribar las vallas perimetrales de las obras, los manifestantes destrozaron farolas, marquesinas de autobuses y cabinas telefónicas, incendiaron una veintena de contenedores y destrozaron también las lunas de varias entidades bancarias de la calle Vitoria. En concreto, las de sucursales de BBVA y CajaCírculo. Durante el tiempo que duraron las cargas policiales, numerosos vecinos se sumaban a la protesta con una cacerolada y gritos de «No al bulevar», hasta que pasada la 1:00 horas se disolvieron los actos vandálicos. Plataforma La plataforma «Bulevar No Ahora», compuesta por la Federación de Asociaciones Vecinales de Burgos e IU, se desmarcó desde un primer momento de cualquier acto «incívico» que pudiese registrarse en torno a las acciones contra las obras de la calle Vitoria. De hecho, a través de un comunicado, anunciaba su disolución minutos horas antes de que comenzasen los disturbios, argumentando que desde la organización «nunca se apoyado ni se apoyará el vandalismo». Las obras de la calle Vitoria, con un presupuesto municipal cercano a los 8 millones de euros y un plazo de ejecución de catorce meses, pretenden transformar un tramo de esta vía en un bulevar, limitando el tráfico rodado y priorizando el peatonal. No es la primera vez que se registran actos similares contra unas obras de remodelación en el barrio de Gamonal de la capital burgalesa. El 18 de agosto de 2005, el barrio más poblado de la ciudad registró numerosos actos violentos contra el inicio de las obras para la construcción de un aparcamiento subterráneo en la calle Vitoria, que finalmente el Ayuntamiento de Burgos, liderado entonces por el ex ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, decidió no acometer.