El presidente ucraniano Viktor Yanukóvich está reunido con líderes de la oposición y ha solicitado una sesión extraordinaria del Parlamento para poner fin a una crisis política que ha provocado violentas protestas durante cinco días consecutivos en el centro de la capital, Kiev. Mientras, los manifestantes estudian prolongar la tregua. «Os pido una tregua, una tregua. Para evitar un derramamiento de sangre son necesarias las negociaciones. Entiendo que esto no es fácil», ha asegurado el opositor dirigiéndose a la multitud congregada en las inmediaciones del estadio del Dinamo Kiev. Klitschkó, que ha hecho este este anuncio tras reunirse durante varias horas con Yanukóvich, insiste en que los principales objetivos de la oposición siguen siendo «la dimisión del presidente y del Gobierno». «Sólo ha sido la primera ronda de negociaciones. Yo no quiero a estas autoridades, pero tampoco deseo un derramamiento de sangre», ha dicho, citado por la prensa local. Según el opositor, Yanukóvich se compromete a ordenar a las fuerzas de seguridad que se abstengan de hacer frente a los manifestantes mientras la tregua siga en pie. El líder del partido UDAR (Golpe) asegura que las autoridades están dispuestas a poner en libertad a los más de cien detenidos durante los desórdenes de los últimos días, si los manifestantes respetan el cese de hostilidades. El anuncio de Klitschkó ha sido recibido por los miles de opositores congregados en la calle Grushevski con división de opiniones, ya que algunos sectores consideran que la única vía de solución es la lucha callejera sin cuartel contra la policía. Mientras, las autoridades piden a los opositores que condenen las acciones extremistas de algunos grupos y les cuestionaron sobre si están capacitados para controlar a los manifestantes callejeros más radicales. Además, también se abordó una posible amnistía y el desalojo por los partidarios de la oposición de los edificios públicos tomados en noviembre pasado. Los dos bandos enfrentados en Ucrania, manifestantes y antidisturbios, se han dado una primera tregua tras cuatro días de enfrentamientos violentos, lo que permitió a la oposición abrir negociaciones con Yanukóvich. La iniciativa partió de Klitschkó que se acercó hoy a la línea de frente del estadio del Dinamo Kiev para exhortar a los grupos más belicosos que dejaran de desafiar a la policía hasta el final de la reunión con el presidente. El popular boxeador aseguró que plantearía a Yanukóvich varias demandas, entre las que figura la revocación de las controvertidas leyes en vigor desde esta semana que coartan la libertad de expresión y de reunión y que, según la oposición, convierten a Ucrania en un estado policial a imagen y semejanza de Bielorrusia. Antes de reunirse con los opositores, Yanukóvich pareció hacer una tímida concesión al proponer que la Rada Suprema (Legislativo) celebre una sesión extraordinaria la próxima semana para debatir la continuidad del Gobierno.