'Precampaña electoral' de la Iglesia española en Roma
83 obispos españoles visitarán al papa durante las dos próximas semanas justo antes de elegir al sucesor de Rouco al frente de la Conferencia Episcopal
Los obispos españoles inician hoy lunes la llamada Visita Ad Limina que deben realizar periódicamente todos los prelados del mundo para informar al papa sobre los problemas y prioridades de sus diócesis. La cita servirá para dar pistas sobre el perfil que busca Roma para liderar la nueva etapa que se abre en la Iglesia española, apenas quince días antes de que el cardenal Rouco abandone la presidencia de la Conferencia Episcopal, tras haber agotado los mandatos previstos en los estatutos.
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Agrupados por provincias eclesiásticas, 83 obispos españoles visitarán Roma hasta el próximo 8 de marzo para mantener encuentros personales con el papa y con los organismos de la curia vaticana. Cumplen así una tradición que tiene sus orígenes históricos en el siglo IV por la cual, según estipula el Código de Derecho Canónico, los obispos diocesanos deben visitar cada cinco años u ocho años, aproximadamente, las tumbas de los Apóstoles y presentar al papa un informe de sus respectivas diócesis.
En esta ocasión, el viaje de los obispos españoles cobra un especial interés porque se produce en vísperas de las elecciones a la presidencia de la Conferencia Episcopal, que tendrán lugar entre los días 11 y 14 de marzo. Será el momento del relevo del cardenal Rouco que, una vez agotados los mandatos previstos en los estatutos, ya no puede presentarse a la reelección. Aunque la votación del nuevo presidente corresponde en exclusiva a los obispos españoles y no al Vaticano, a nadie se le oculta que el encuentro de estos días permitirá a los prelados regresar con pistas claras sobre el perfil que busca el nuevo papa para la etapa que se abre en la Iglesia española. Un perfil que permitirá comprobar si la Iglesia española se mantiene en la línea ultraconservadora marcada por Rouco en los últimos años o bien si se abre a posturas algo más moderadas y aperturistas en consonancia con la línea marcada por el papa Francisco.
Además del relevo al frente de la Conferencia Episcopal, hay otras dos decisiones importantes que sí dependen directamente del papa. Se trata de la sucesión de los cardenales Rouco y Martínez Sistach al frente de las archidiócesis de Madrid y Barcelona, respectivamente. Ambos están ya en tiempo de descuento, al haber rebasado los 75 años, edad canónica de jubilación, a partir de la cual todos los obispos deben presentar su renuncia al papa. Es competencia del pontífice decidir, sin límite de tiempo, si acepta o no esa renuncia y cuándo la hace efectiva. Son relevos sobre los que el Vaticano guarda un hermetismo absoluto. En su reciente visita a Madrid a comienzos de febrero y preguntado por el relevo del cardenal Rouco al frente del arzobispado de Madrid, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi se limitó a señalar que "el Vaticano informará cuando la decisión esté tomada". Según Lombardi, "no es bueno entrar en elucubraciones que siembran confusión y pueden interpretarse con apoyos a favor de unos y otros. Es una decisión que se deja al papa en absoluta libertad y que será comunicada una vez que sea adoptada", aseguró.
Son cambios que, sin duda, planearán sobre el encuentro que hasta el 8 de marzo mantendrán los obispos españoles en Roma con el papa Francisco y los responsables de los dicasterios de la curia vaticana. La visita se realizará en dos grupos: entre el 24 de febrero y el 3 de marzo el turno será para los 44 obispos de las provincias eclesiásticas de Burgos, Pamplona, Zaragoza, Madrid, Toledo, Mérida-Badajoz, Valencia, Valladolid y el Arzobispo Castrense de España. A continuación, del 3 al 8 de marzo, les seguirán los 39 obispos de las provincias eclesiásticas de Barcelona, Tarragona, Granada, Santiago de Compostela, Oviedo y Sevilla.
Entre ambos grupos, el día 3 de marzo el papa tendrá una audiencia general con la Conferencia Episcopal al completo, un acto en el que hay previstos sendos discursos del cardenal Rouco y el papa Francisco.