Los obispos votan al sucesor de Rouco

Con el último discurso del cardenal Rouco como presidente, este martes arranca la Asamblea Plenaria de los obispos que renovará todos los cargos de la Conferencia Episcopal. Sin candidatos "progresistas", las elecciones servirán para comprobar si la influencia ultraconservadora de Rouco se mantiene pese a su marcha o si los obispos se decantan por una línea algo más moderada y aperturista en consonancia con la marcada por el papa Francisco. El nombre del nuevo presidente se conocerá este miércoles. Aunque no hay candidaturas formales Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid y actual vicepresidente, figura entre los nombres más mencionados en las quinielas, junto al arzobispo de Valencia, Carlos Osoro o el General Castrense, Juan del Río.

La Asamblea Plenaria de los Obispos españoles arranca este martes con el cometido de renovar todos sus cargos ejecutivos, que se renuevan cada tres años, salvo el de secretario general, para el que fue elegido el pasado mes de noviembre José María Gil Tamayo, y que se renueva cada cinco años. La cita arrancará a las 12 del mediodía, una hora después de lo habitual, por la celebración de la misa en recuerdo de las víctimas del 11-M que oficiará en la catedral de la Almudena, el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela. Será precisamente el cardenal Rouco quien abra la sesión con el que será su último discurso como presidente de la Conferencia Episcopal, un cargo que abandonará mañana al haber agotado los dos mandatos consecutivos establecidos en los estatutos. Tras el discurso de Rouco, que será público, los obispos se reunirán a puerta cerrada para hacer balance del trienio transcurrido y, ya por la tarde, realizar una votación de sondeo, no vinculante, pero que sirve como orientación sobre los nombres con más opciones.

Sin embargo, la elección del nuevo presidente no se producirá hasta la mañana del miércoles. El proceso es rápido porque los estatutos prevén sólo un máximo de tres votaciones, realizadas en papeleta y recogidas no en urna sino en un cestillo. Resultará elegido aquel candidato que logre la mayoría absoluta (al menos la mitad más uno) de los votos emitidos, en este caso un mínimo de 41 ya que son 80 los obispos con derecho a voto. Si esa mayoría no se alcanzara en las dos primeras votaciones, se iría a una tercera entre los dos nombres que hubieran obtenido el mayor número de votos. En este último caso, el ganador sería quien obtuviera la mayoría simple y, en caso de empate, se proclamaría presidente al candidato de mayor edad.

La previsión de la Conferencia Episcopal es que el nuevo presidente, cuyo nombre se comunicará por SMS, realice una breve comparecencia pública en la sala de prensa de la Conferencia Episcopal sobre las 11:30 de la mañana del miércoles 12 de marzo.

Los cristianos de base piden a la Iglesia española que elija un perfil en la línea del papa Francisco

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La única certeza de estas elecciones es que supondrán la marcha segura del cardenal Rouco, la figura que durante más tiempo ha controlado con un poder casi absoluto el rumbo de la Iglesia española en los últimos quince años. Único cardenal español en activo, junto con el Arzobispo de Barcelona, Luis Martínez Sistach, Rouco ha presidido la Conferencia Episcopal durante cuatro mandatos, entre 1999 y 2005, y entre 2008 y la actualidad, con una línea marcada por el dogmatismo, la ortodoxia, y en la que, a juicio de sus críticos, han primado los mensajes de condena y la beligerancia política en cuestiones como el aborto o el matrimonio homosexual, silenciando en cambio la voz de la Iglesia en relación con la crisis o las injusticias sociales y abriendo la brecha existente con las comunidades cristianas de base.

Precisamente desde Redes Cristianas consideran que en estas elecciones la Iglesia española necesita encontrar su propio "Francisco", una figura más cercana al mensaje del Evangelio que suponga una línea de renovación y aperturismo en la línea marcada por el nuevo papa. "Creo que en ello la Iglesia se juega su credibilidad y volver a recuperar la conexión con una sociedad que ha perdido por encastillarse en posturas demasiado intransigentes y poco misericordiosas", señala Evaristo Villar, de Redes Cristianas.

Sin candidatos formales y sin una campaña electoral al uso, la incógnita se desvelará este miércoles aunque sea cual sea el desenlace no se auguran giros traumáticos en la jerarquía católica española, poco dada a cambios rupturistas. Por un lado porque la influencia de Rouco sigue siendo importante sobre gran parte de los electores y, en segundo lugar, porque desaparecida hace décadas un "ala progresista" en el episcopado español, las elecciones se juegan en un estrecho margen de apenas matices entre tendencias conservadoras o algo más moderadas. Fuentes eclesiásticas vuelven a situar entre los nombres con más opciones a quienes, al margen de Rouco, obtuvieron votos en las últimas elecciones: el Arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, actual vicepresidente de la Conferencia Episcopal y tradicionalmente encuadrado en el sector moderado del episcopado, o las figuras emergentes del Arzobispo de Valencia, Carlos Osoro y el Arzobispo General Castrense, Juan del Río. Otros nombres mencionados para el nuevo organigrama directivo son los del arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo o el de Toledo, Braulio Rodríguez.

Son en cualquier caso apuestas oficiosas a falta de candidaturas formales. Sobre el papel, cualquier obispo diocesano o el Castrense puede ser el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal siempre su nombre aparezca, al menos, en 41 de las papeletas que los obispos rellenarán mañana.