Dos mujeres y tres hombres reabren Altamira 12 años después

Dos mujeres y tres hombres han sido los afortunados en el sorteo en el que se ha elegido a las cinco primeras personas que van a acceder al interior de la cueva de Altamira tras 12 años de cierre para garantizar la conservación de las cuevas. Los cinco elegidos deberán vestir monos desechables, gorro, guantes, mascarillas y calzado especial, y no podrán tocar nada ni tomar fotografías.

Dos mujeres y tres hombres han sido los afortunados en el sorteo en el que se ha elegido a las cinco primeras personas que van a acceder al interior de la cueva de Altamira, en Santillana del Mar, doce años después de su cierre al público para garantizar su conservación.

Las dos guías del Museo y Centro de Investigación de Altamira que acompañarán a estas personas dentro de la cueva han sacado las papeletas de los cinco agraciados, de una urna en la que 86 personas habían dejado sus datos.

Entre los seleccionados, que disfrutarán de una visita guiada de 37 minutos, hay dos periodistas, el redactor de El Diario Montañés, Álvaro San Miguel, y el de La Razón, Javier Miguel Ors.

También han entrado a la cueva dos cántabros, Antonio Díaz, y Andrea Vicente, de 23 años, además de Carolina Pardo, una joven malagueña que se encontraba pasando unos días por Santillana del Mar y que ha decidido acercarse a la cueva al enterarse de que se retomaban las visitas abiertas al público general.

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Antes del sorteo, Carolina ha explicado a los periodistas que, de hecho, en principio ella y su novio ni siquiera habían planificado visitar Altamira, pero los dos han depositado su papeleta esta mañana al sacar la entrada del museo.

La otra chica, Andrea, una santanderina que ha ido al museo con su madre, se ha mostrado "muy emocionada" por tener la oportunidad de entrar en la cavidad original, que hasta hoy no conocía. "No pensaba que me fuera a tocar. Estoy encantada y emocionada", ha dicho a los periodistas. El otro cántabro, Antonio Díaz, asegura, por el contrario, que él estaba "convencido" de que iba a ser elegido.

Ninguno de estas personas conocía la cueva original, aunque alguno de ellos sí había estado en el Museo y en la réplica.

Todos deberán atender un estricto protocolo, ya que tendrán vestir monos desechables, gorro, guantes, mascarillas y calzado especial, y no podrán tocar nada ni tomar imágenes.

"Bienvenidos al museo y a esta jornada tan excepcional que vamos a compartir", les han dicho sus guías, que además han recalcado a estos cinco elegidos que, por primera vez en doce años, van a poder pisar el interior de la cueva, un "lugar excepcional", que es Patrimonio de la Unesco desde 1985.