Las tarjetas de crédito de las víctimas del MH17 están siendo usadas
La viuda de una de las víctimas del vuelo ha tenido que anular las tarjetas de crédito porque estaban siendo usadas en la misma zona del siniestro
Madrid
Shane Hattingh, cuñado de una de las víctimas del avión siniestrado en Ucrania el pasado 17 de julio, denuncia en la CNN el trato que los fallecidos han sufrido en ese país incluso varios días después de la tragedia. Robo de objetos, saqueos e incluso la utilización de las tarjetas de crédito de las víctimas, se han llevado a cabo durante los últimos días.
Cameron Dalziel, un sudafricano padre de dos hijos y piloto de helicópteros de rescate, se había mudado a Malasia recientemente con su familia. Falleció el pasado 17 de julio cuando volvía a casa a bordo del vuelo MH17 de la compañía Malaysia Airlines, derribado por un misil en suelo ucraniano.
Más información
Según afirma el cuñado de Cameron, las tarjetas de crédito han tenido que ser canceladas por su esposa, Reine Dalziel, puesto que estaban siendo utilizadas en la misma zona de Ucrania en la que se produjo el siniestro.
Junto al irreparable dolor de los familiares por lo ocurrido, se suma el ultraje que supone la profanación de los restos de las víctimas. Los rebeldes prorrusos habitantes de la zona y principales sospechosos de lo sucedido, fueron los primeros en llegar al lugar en el que cayó el avión, donde aprovecharon para revolver entre las pertenencias de los fallecidos como si de un botín de guerra se tratase y robar relojes, carteras, joyas y todo cuanto pudieron, algo que ha quedado recogido también en diferentes fotografías.
La viuda de Cameron, que ya ha denunciado el uso en Ucrania de estas tarjetas, se lamenta por el mal trato que desde allí se ha dado a las víctimas. Además, otros familiares de los fallecidos han asegurado que también se ha hecho uso de algunos teléfonos móviles que sobrevivieron al siniestro.
Por su parte, el cuñado del fallecido piloto sudafricano, agradece el trato que Holanda ha dado a las víctimas tras la llegada de los féretros el pasado miércoles a ese país. "Sólo puedo aplaudir", afirma. En cuanto al comportamiento de los insurgentes prorrusos, Hattingh sólo tiene palabras de lamento y rabia. "Ver cómo los soldados actúan libremente en la zona del asesinato me revuelve el estómago", dice con indignación.
Las autoridades ucranianas han confirmado ya cada una de estas versiones y han asegurado de la existencia de una supuesta orden firmada por Igor Strelkov, líder de los rebeldes prorrusos, en la que se afirma que los bienes robados fueron tomados como botín. Dicha orden, de la cual aún se desconoce su veracidad, expresa que "las joyas, relojes y objetos obtenidos" tenían que entregarse al "fondo de defensa" de la reciente autoproclamada República Popular de Donetsk.
Otra de las sospechas principales radica en que los rebeldes supuestamente manipularon y robaron los restos de las víctimas con el fin de ocultar evidencias que pudieran inculparles de forma directa.