Los reyes, don Felipe y doña Letizia, han viajado a Santiago para cumplir con la tradición y hacer una ofrenda al Apóstol, patrono de España. El rey ha hecho referencia al avión accidentado en Mali y lo ha calificado de «trágico accidente», al mismo tiempo que ha presentado sus condolencias a nuestros compatriotas. Los reyes han visitado Santiago para continuar con la tradición de ofrenda al apóstol Santiago. Durante el acto de ofrenda en la Catedral de Santiago, Felipe VI en su discurso ha hecho referencia al avión accidentado en Mali, un trágico episodio que ha sesgado la vida de 116 personas, «entre ellas seis compatriotas nuestros» que perdieron la vida en el siniestro del vuelo de la compañía Swiftair, operado por Air Algérie, que iba de Uagadugú a Argel. Además, ha querido trasladar, junto a la reina Letizia, «el pésame y el sentido solidario» al pueblo francés. También ha habido cabida en el discurso para recordar a los fallecidos del accidente de Angrois cuyo aniversario fue ayer. Felipe VI realiza así su primer viaje oficial a Galicia en el que ha recordado con «un sentimiento de profundo dolor» a las víctimas de la tragedia de Angrois y a los españoles en situaciones difíciles a causa del paro. «La Reina y yo lo tenemos muy presente y queremos que, en este aniversario, nuestra presencia aquí sea también testimonio de homenaje y respeto a los fallecidos, de solidaridad con sus familias y de recuerdo a todos los afectados» por un siniestro que se vivió con toda su crudeza y descarriló el ánimo de un país. El Monarca, en un discurso que ha culminado en gallego, se ha referido también a la crisis económica que ha golpeado «severamente a muchísimos españoles que han sufrido o están viviendo situaciones difíciles a causa del paro» y la falta de oportunidades laborales. «Revertir esta situación ha sido, está siendo y será la prioridad del Estado y de toda la sociedad española», ha enfatizado. Hace doce meses, los entonces Príncipes de Asturias pasaron el Día de Galicia en Compostela para acompañar a las víctimas del siniestro ocurrido en la víspera en la curva de A Grandeira, a la altura del barrio de Angrois, justo en la entrada de la ciudad. En el lugar de la ofrenda, en la catedral de Santiago, se celebró en 2013 un multitudinario funeral por los fallecidos en el accidente que costó la vida a 70 personas.