Arturo Fernández, tras dimitir: "El uso de las tarjetas opacas es de alucinar en colores"

Escucha la entrevista completa en 'Hora 25'

Arturo Fernández ha dejado este miércoles su cargo como vicepresidente de la CEOE pero mantiene su puesto al frente del a patronal madrileña hasta las próximas elecciones. En una entrevista en 'Hora 25' se resiste a utilizar la palabra dimitir. "Dimisión no, hemos llegado a un acuerdo para presentar mi cese. Dimitir es marcharse por la puerta de atrás, es parecido, pero yo lo llamo cese de la manera más ética", ha recalcado antes de tener un desliz y acabar admitiendo que "presentó su dimisión hace ocho días".

El empresario efectuó gastos de 37.326,57 euros, que ya ha devuelto, durante su etapa como consejero de Caja Madrid. Además, su concuñado Díaz Ferrán gastó hasta 80.000 euros en un año en sus restaurantes. Ahora Fernández tacha de "incidente desgraciado y de alucinar en colores" el uso de las tarjetas opacas. "Soy responsable de su uso y de todo lo que la gente pueda decir. Parece que es un mal uso. Soy consejero de Caja Madrid, me pagan y nos dan una tarjeta y no se nos advierte que es opaca. Es una tarjeta que viene desde el año 88. Nadie lo advierte y nadie preguntamos, si es parte del pago o es para gastos de representación", intenta explicar en 'Hora 25'. El presidente de la CEIM ha insistido en que los consejeros no sabían "que la tarjeta estaba mal contabilizada" tras "pasar auditorías, asambleas, tres presidentes, directores generales" y entiende que la gente está absolutamente escandalizada.

¿Cómo profesionales tan cualificados no conocían este mal uso? Fernández defiende que "tienen conocimientos" pero el error fue no preguntar porque "pensaban que era una tarjeta legal". "A tiro pasado, te preguntas por qué no la contabilizaban, por qué estaba en el reglamento... son las preguntas que me hago yo sin eludir la responsabilidad que tengo", declara. El todavía jefe de la patronal madrileña abandonará el cargo en las próximas elecciones y mientras tanto, rematará algunos asuntos como un código ético. Fernández apela a su honradez para justificar que guíe este proceso. "No siento que éticamente no me haya portado bien. Lo único que he hecho en esta vida es trabajar y dar puestos de trabajo", ha concluido.