36 años y sin reforma a la vista
El cumpleaños de la Constitución se celebra con el rechazo del PP a abrir el melón de la reforma
Ni un año se libra la Constitución de celebrar su cumpleaños en medio de este debate que hoy volverá a ser el tema estrella tanto en los discursos oficiales como en los corrillos que posteriormente protagonizarán los líderes políticos que asisten hoy a la celebración en el Congreso.
El presidente de la Cámara, Jesús Posada, no obviará el tema en su discurso. Ya ha admitido en alguna ocasión que algunos puntos de la Carta Magna "se han quedado obsoletos", según sus propias palabras, pero cree que es necesario que haya un consenso similar al de 1978 para empezar a hablar.
Poco más de una hora tardó el PP en desestimar el pasado jueves la propuesta del líder socialista, Pedro Sánchez, de crear una subcomisión en el Congreso para debatir sobre la reforma. Sánchez informó de su iniciativa al presidente del Gobierno que volvió a echarle en cara la falta de concreción de la propuesta. La vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, expresó con claridad la posición del Ejecutivo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros: "Difícilmente se puede hacer una reforma cuando no eres capaz de articular dentro de tus propias filas una definición". Portazo evidente a la iniciativa socialista. Los populares creen que sin consenso previo es inviable llevar a cabo cualquier retoque de la Carta Magna. "Ni el retroceso, ni el inmovilismo ni la ruptura son la solución que España necesita", lamenta el PSOE en el manifiesto que ha hecho público para celebrar este día.
No han faltado en los últimos días tampoco reproches desde el PP al PSOE por anunciar que reformarán el artículo 135 de la Constitución que pactaron hace tres años. Una reforma que IU quiere revocar, a toda costa, para dar prioridad absoluta a la cobertura universal de los derechos fundamentales y que se ha convertido en el caballo de batalla de la formación que lidera Cayo Lara.
CiU ve positivo que se ponga encima de la mesa el debate sobre la reforma constitucional pero los nacionalistas catalanes quieren ir más allá. Aseguran que Cataluña está ya en otro escenario, en un proceso soberanista y que sus planteamientos son más ambiciosos que la simple reforma de la Carta Magna. Para ERC la propuesta del PSOE es muy inconcreta, "más de lo mismo", decía ayer su portavoz Alfred Bosch remarcando que lo que su formación impulsa es "la independencia de Cataluña, y no otras cosas".
El PNV dice que no tiene miedo a una reforma pero advierte ya de que "rechazarán cualquier cambio que no suponga el reconocimiento del hecho diferencial vasco". Al margen de la pulsión secesionista, UPyD cree que la reforma es "absolutamente necesaria", y hay que llevarla a cabo sí o sí.
La posición del PP deja en vía muerta cualquier posibilidad de reforma. Y en medio de este debate a nadie se le escapa que el próximo año hay elecciones generales y que las encuestas sitúan en los puestos de salida a la formación que lidera Pablo Iglesias, Podemos, que tiene bastantes posibilidades de entrar con fuerza en el arco parlamentario y que ya ha anunciado que llega dispuesto a "abrir el candado de la Constitución" para romper con un régimen que se derrumba.
