Robo en el banco más humilde

Guadalajara

Indignación, pena, impotencia. Son algunos de los sentimientos que embargan estos días a los voluntarios del Banco de Alimentos de Guadalajara. La organización ha sufrido un robo en el almacén donde guardaba la comida para repartir después a las familias más necesitadas de la provincia. Los ladrones se llevaron cerca de 2.000 kilos de alimentos y han provocado numerosos destrozos.

“Fue algo premeditado y lo hicieron con total tranquilidad”, cuenta la presidenta, Carmen Hombrados. “Sabían lo que hacían. Tuvieron tiempo para cenar, para coger un toro y bajar palés de las estanterías más altas e incluso para coger las cajas vacías que teníamos allí e ir colocando los alimentos”. No sólo eso, sino que además fueron selectos a la hora de llevarse alimentos. “No se llevaron la pasta, el arroz o las lentejas, sino los alimentos más caros que solemos incluir como complemento: paté, café, pescado congelado, leche infantil, huevos, potitos. Son cosas que nos habían donado en la recogida de Navidad y que vienen muy bien a las familias”.

La presidenta no logra entender cómo alguien es “tan desalmado” como para robar comida que es para los más necesitados, pero el daño no se ha quedado ahí. “Se han llevado hasta el furgón frigorífico que utilizábamos para hacer la recogida y los repartos. No lo entendemos porque además no les vale para nada porque estaba rotulado con nuestros logotipos”, señala Hombrados. “Además han roto las puertas de la entrada, el falso techo, algunas paredes, la alarma”.

Una situación triste y lamentable que, al menos, no ha acabado con las ganas de ayudar que tienen estos voluntarios. “Nos ha afectado mucho pero vamos a seguir adelante porque hay mucha gente que lo necesita”, asegura la presidenta.