Cuando todos querían a Rodrigo Rato
Aunque ahora es una figura molesta en el PP, la carrera de Rodrigo Rato fue avalada y elogiada por sus compañeros de filas
Rodrigo Rato entró a formar parte de Alianza Popular en 1979. Tras la refundación del partido, en 1984 se convirtió en el portavoz de Economía del Partido Popular, y en 1996 fue nombrado vicepresidente segundo y ministro de Economía durante las legislaturas del Gobierno de José María Aznar.
Aznar: "Uno de los autores de la prosperidad económica de España"
Fueron los grandes años de Rato, señalado y elogiado por su papel como artífice del saneamiento de la economía española. Por ejemplo, solo hay que echar la vista tres años atrás para recordar como el que fuera presidente de los Gobiernos en los que estuvo Rato al frente de la cartera de Economía, José María Aznar, decía en una entrevista para Telecinco que “Es un político puro, no es un financiero, no es un hombre de empresa y como político fue uno de los exponentes más brillantes que ha tenido la política española durante mucho tiempo, y fue uno de los autores de la prosperidad económica de España”. Esta era una opinión compartida por Jaime Mayor Oreja, que aseguró en 2009: “Yo creo que nunca han sentido más seguridad y más confianza los españoles en la política económica de un gobierno que cuando Rodrigo Rato era el responsable de la misma”.
Esperanza Aguirre presentó a Rodrigo Rato en el Congreso Internacional de Excelencia de las Mejores Empresas Españolas e Iberoamericanas como “el exvicepresidente del Gobierno de España en la etapa del milagro español", y quien tampoco tuvo problemas en avalar su trabajo fue Cristina Cifuentes, como así lo dejó recogido en un tuit.
Arenas: “Todo el PP es una piña en torno a Rodrigo Rato"
El apoyo del PP no disminuyó tras verse afectado por el caso Gescartera. Javier Arenas se sumaba a las alabanzas al ministro y dijo que “todo el PP es una piña en torno a Rodrigo Rato, que ha contado y sigue contando con todo el respaldo del partido”, para añadir que “vamos a seguir diciendo con mucho orgullo que Rodrigo Rato ha sido, es y seguirá siendo uno de los activos más importantes del PP y del Gobierno de España”. El respeto a la labor de Rodrigo Rato era tal que sonó con mucha fuerza como posible sucesor de José María Aznar, aunque finalmente fue Mariano Rajoy el designado como nuevo líder del PP.
En junio de 2004 fue designado director gerente del FMI, cargo que abandonó solo tres años más tarde por “razones personales”. Cuando aparecieron las primeras grietas en su currículum y su papel fue cuestionado por no haber sabido prever la crisis económica, el por entonces portavoz de Economía del PP Cristóbal Montoro salió en su defensa y argumentó que en una conferencia escrita “sí se está lanzando la advertencia sobre los riesgos financieros del mundo. Como en aquel momento lo que interesaba era si el señor Rato volvía a la política española o no, no se enteró nadie del contenido de esa conferencia, pero sí la dio”.
Aunque no había abandonado la escena política ni económica, el nombre de Rodrigo Rato volvió a sonar con mucha fuerza en 2009, cuando la batalla por el control de Caja Madrid se convirtió en un amargo enfrentamiento entre la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, cuyo candidato era Ignacio González, y el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón y el propio presidente Mariano Rajoy, quienes apostaban por Rodrigo Rato. Tras semanas de tiras y aflojas y broncos desencuentros -como el protagonizado por Manuel Cobo, que dijo en las páginas del diario El País que era “de vómito” lo que las personas del entorno de Aguirre estaban haciendo para evitar que Rato presidiera la entidad-, Aguirre claudicó, Ignacio González retiró su candidatura y el exministro consiguió hacerse con el puesto.
En su primera foto tras la polémica, Esperanza Aguirre dijo que “Rodrigo Rato es probablemente la persona que puede hablar con más autoridad y conocimiento de causa acerca de cómo se puede superar la crisis económica, de cómo en apenas dos años, del 96 al 98, fue posible sacar a la economía española del coma en el que estaba instalada y convertirla en una de las economías más pujantes del mundo”.
Cospedal: "No tengo más que elogiar la figura de Rato"
Pero su presidencia de la entidad, convertida en Bankia bajo su gestión, fue el inicio de la caída de Rodrigo Rato. La nacionalización de la entidad fue un duro mazazo, si bien María Dolores de Cospedal defendió el papel del exministro, señalando que “Rato asumió la dirección de Bankia en un momento muy complicado […]. Se ha pedido que haga un esfuerzo de dejar el testigo después de haber hecho una gestión muy importante al frente de Bankia, también lo ha hecho, y no tengo más que elogiar la figura de Rodrigo Rato”. El Ministro de Economía Luis de Guindos también defendió en un primer momento la gestión de Rato de Bankia –“ Creo que se encontró unas circunstancias extremadamente complejas, estaban extremadamente difíciles, que tomó decisiones muy importantes para el futuro de Bankia y que yo creo que hizo una labor que de alguna forma acabará siendo reconocida sin duda porque creo que es un gran profesional”-, si bien en enero de este mismo año, en entrevista en La Sexta, y tras destaparse el escándalo de las tarjetas black, De Guindos matizaba su opinión: “yo puedo pensar que ha sido buen Ministro de Economía y que, sin embargo, en el caso de Bankia, no ha sido tan bueno”.
En 2004, el todavía vicepresidente y ministro de Economía, preguntado sobre si se consideraba imprescindible en la escena política, dijo que “¡Para nada! Eso no creo que lo crea yo ni lo crea nadie”. Probablemente el PP coincide ahora más que nunca con esta reflexión.
Rato, el mesías de las finanzas
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