Alemania recuerda a las víctimas de Germanwings con un funeral de Estado
Más de 1.400 personas, entre las que se encuentran los familiares de las víctimas, han asistido a una ceremonia ecuménica celebrada en la catedral de Colonia
Colonia
150 velas en las escaleras que dan acceso al altar de la catedral de Colonia, una por cada víctima, recuerdan a los fallecidos en el accidente aéreo de Germanwings ocurrido hace poco más de tres semanas. A las doce del mediodía comenzó en el templo una ceremonia ecuménica que fue oficiada por el Arzobispo de Colonia, el Cardenal Rainer Maria Woelki, y por la presidenta de la Iglesia Luterana de Westfalia, Annette Kuschus. A este funeral oficial han asistido unas 1.400 personas, entre ellas unos 500 familiares de las víctimas.
Ha acudido también el presidente de Lufthansa, Carsten Spohr, así como el máximo responsable de Germanwings y numerosos trabajadores de la aerolínea alemana. En las primeras filas de la Catedral de Colonia también se sentaban numerosas personalidades del mundo de la política, entre ellos, la canciller Ángela Merkel, el presidente de Alemania Joachim Gauck y buena parte de los ministros del Ejecutivo germano. Representando a España ha acudido el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, a quien se le hizo entrega de un pequeño ángel en memoria de las víctimas españolas
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Uno de los momentos más emotivos fue la petición de Sara, que perdió a su hermana en el accidente. Hablaba en nombre de los familiares: "Señor, te ruego que seques nuestras lágrimas, fortalezcas los recuerdos hermosos y nos dés ánimo. Querido dios, da a nuestros familiares y amigos que han perdido la vida un nuevo hogar y cuida de ellos".
“Son 150 víctimas”, dijo el arzobispo de Colonia antes de que comenzara la ceremonia. El religioso también prendió una vela en memoria del copiloto del vuelo de Germanwings acusado de estrellar deliberadamente el avión segándoles la vida a 149 personas, porque, a su entender, “solo Dios puede juzgar”. Según informa la prensa alemana, los padres de Andreas Lubitz también fueron invitados a la ceremonia ecuménica pero declinaron participar.
Durante su sermón, la presidenta de la Iglesia Luterana de Westfalia, Annete Kuschus, recordó que “lo que pasó es incomprensible”. “Padres, niños, hombres, mujeres, amigos y compañeros de clase fueron arrancados de la vida”, aseguró. En la misma línea se pronunció el arzobispo de Colonia, quien ante los presentes dijo no tener “una respuesta para la terrible desgracia que ocurrió el 24 de marzo”.