El héroe de la Décima

Después de muchos tiras y aflojas, ambas partes, Sergio Ramos y Real Madrid, que parecían estar obligados a entenderese, han llegado a un acuerdo. El sevillano firma un nuevo contrato hasta 2020.

El brillante curriculum del central y una personalidad llena de carisma convirtieron al sevillano en el líder durante los últimos años. Liderazgo que ahora, con la salida de su amigo Iker Casillas, lucirá con el brazalete de capitán.

El de Camas aterrizó en la capital española en septiembre de 2005 procedente del Sevilla. Ramos llegaba al Real Madrid por 27 millones siendo internacional con España a pesar de tan sólo tener 19 años y tras proclamarse campeón de la UEFA con el Sevilla. El equipo merengue, entrenado por López Caro, era un títere en manos del Barcelona de Rijkaard, que ganó ese año la Liga y la Champions League. Con la llegada de Capello, el lateral fue haciéndose con el liderazgo de la zaga y fue poco a poco construyendo su leyenda.

Los éxitos con la selección española, con la que logró las Eurocopas de 2008 y 2012 y el Mundial de 2010, le catapultaron al estrellato. En la temporada 2010/2011, con la salida de Guti y Raúl del club, se convirtió en el segundo capitán del Real Madrid sólo por detrás de Íker Casillas, confirmándose no sólo como una referencia en el campo sino también en el vestuario.

En 2011, con José Mourinho en el banquillo, Ramos se reconvirtió a central formando con Pepe una de las defensas más férreas e impenetrables del Viejo Continente. Su mejor momento con la camiseta blanca llegó el 24 de mayo de 2014, en la final que el Real Madrid ante el Atlético de Madrid en Lisboa. El cabezazo que conectó en el 93 y que empató el partido, llevó el duelo a la prórroga, dándole la ansiada Décima Copa de Europa al mejor club del Siglo XX.

La trayectoria de Ramos en el Madrid hasta ahora está plagada de grandes momentos, de liderazgo dentro y fuera del campo y de recuerdos imborrables en la retina de los aficionados madridistas, pero nada, absolutamente nada, se puede comparar con ese cabezazo en Lisboa que lo elevó al Olimpo de las leyendas del Real Madrid.