Manuel Contreras, el gran represor chileno, fallece sin arrepentimiento
Tenía una condena de más de 500 años y varios juicios pendientes por crímenes y desapariciones
Manuel Contreras Sepúlveda, considerado el peor criminal de la historia de Chile, ha muerto sin cumplir los más de 500 años de prisión a que estaba condenado. Los años de prisión habían sido decretados en 58 sentencias definitivas por violaciones a los derechos humanos. Sin embargo, su muerte se produce habiendo conservado su grado de general y sin haberse arrepentido de sus crímenes.
Contreras, que ha fallecido con 86 años, fue el hombre más temido de Chile en los primeros años de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Encarnaba la jefatura de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA). Dicho organismo, que Contreras comenzó a organizar antes del golpe militar con que Pinochet derrocó a Salvador Allende, es el responsable- según datos oficiales- de la mayoría de los 1.192 detenidos desaparecidos en Chile. También de más de 1.500 ejecuciones por causas políticas durante ese periodo.
Contreras jamás reconoció nada y cuando las evidencias dejaban al desnudo su responsabilidad, culpaba a otros. No escatimaba en acusaciones, incluso hacia el propio Pinochet, a quien en sus últimos años culpó de haberse enriquecido con el narcotráfico.
Achacó crímenes de la DINA a la CIA estadounidense, entre ellos algunos emblemáticos. El homicidio del excaniller Orlando Letelier, cometido en Washington en 1976. A su vez, el del general Carlos Prats (antecesor de Pinochet en el mando del Ejército) que murió en 1974 en Buenos Aires. Fue acusado de ser el autor material de ambos asesinatos y condenado a siete años y a doble cadena perpetua, respectivamente
Graduado en la escuela de las Américas, en la que el Ejército estadounidense entrenaba a oficiales latinoamericanos en técnicas antisubversivas, Manuel Contreras fue un maestro de las argucias. También, de los montajes y cortinas de humo para encubrir, disfrazar u ocultar sus crímenes. En 1975 ideó la Operación Colombo, de la que el pasado 24 de julio se cumplieron 40 años, para encubrir la desaparición de 119 presos políticos.
En varias ocasiones, la última en 2010, cuando ya estaba encarcelado, Contreras afirmó que estaba orgulloso de su labor en la DINA pues, a su juicio, esa labor salvó a Chile de una dictadura marxista. Su distanciamiento de Pinochet comenzó cuando vio que este, quien al dejar el poder en 1990 afirmó que "el día que toquen a uno solo de mis hombres se acaba el Estado de Derecho", no cumplía su amenaza y dejaba a merced de los tribunales. Su periodo en la DINA terminó con la disolución del organismo, encargada por Pinochet.
Ha muerto cuando estaba pendiente la revisión por la Corte Suprema de otros seis juicios, que sumaban otros 69 años de prisión y quedaron 27 juicios más fallados en primera instancia, con 339 años más tras las rejas. Permanecía desde septiembre de 2014 ingresado en un hospital por diversas enfermedades.