Una escuela en 'la jungla'
Se llama la escuela laica del camino de las dunas y se encuentra en el campo de refugiados de Caláis. Cuando nos hemos asomado a través de la puerta de lona, una treintena de hombres jóvenes repetían, para aprenderlos, los números en francés. Aquí el curso escolar no se ha parado. Aquí no se dan diplomas ni certificados, se enseña lo básico, lo necesario para poder pedir asilo o seguir adelante
Calais
Virginia, la profesora, es la única mujer del grupo. Forma parte de un equipo de voluntarios, todos profesionales de la docencia, que se desplazan por turnos al campo de refugiados de Calais para atender una necesidad que las autoridades no habían contemplado. Virginia nos cuenta que trabajan con la lectura y la escritura pero que también hacen talleres de artes plásticas, incluso, añade, hay uno de poesía. Este corre a cargo de un poeta Belga que se desplaza dos veces al mes hasta el campo de refugiados.
Una escuela en 'la jungla'
01:50
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/000WB0654020150901224639/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
La idea de montar una escuela fue de Zimako, un refugiado de Nigeria que ha pedido asilo en Francia y está a la espera de respuesta. El se encargó también de construir el "edificio". Estuve trabajando tres meses, nos cuenta, es una escuela hecha con lonas, plásticos y maderas, casi todos los materiales lo fui recogiendo de la basura.
El resultado es una tienda de color gris plata al pie del camino de entrada al campamento, fácil de encontrar, con el horario de las clases en la puerta y un cartel que la identifica. Aunque hay horarios establecidos y visibles los alumnos van llegando y entrando aunque la clase haya comenzado. Una de las dificultades para enseñar aquí, nos cuenta Virginia, es que no paran de llegar alumnos nuevos por lo que a veces es complicado seguir avanzando. Lo hemos comprobado porque en los pocos minutos que llevamos aquí ya se han presentado dos jóvenes anunciando que era la primera vez que venían a la escuela. Para poner solución a este problema Zimako se está planteando construir un segundo edificio. Me gustaría, nos dice, hacer algo más grande para 60 personas.
Más información
La escuela es, posiblemente, el único espacio de todo el campamento donde no se establecen diferencias por religión ni por raza, sexo o procedencia. Es un espacio laico donde se mezclan los afganos, sudaneses, pakistaníes, eritreos, nigerianos...algo nada habitual en un campo de refugiados donde cada grupo acostumbra a formar comunidades cerradas que casi nunca se mezclan.
Además de una escuela más grande este nigeriano, que era recepcionista del hotel Standar en su país, sueña con construir un hospital, un campo de fútbol y con poder hacer pases de películas dos veces al mes. Todo, nos dice, para que sientan que no están solos, que no viven en la jungla como los animales. Eso, añade, también lo vamos a cambiar. También vamos a cambiar ese nombre.