La violencia no cesa en Israel y Palestina

Jerusalén

La tensión, los ataques y el miedo están cada vez más presentes en Israel y Palestina. La ola de violencia que estalló a principios de octubre no da tregua, se intensifica y toma un rumbo peligroso con la extensión de los enfrentamientos a la franja de Gaza.

En las últimas horas, una mujer palestina embarazada y su hija de dos años han muerto en Gaza cuando su casa se derrumbó tras un bombardeo israelí contra un depósito de armas del movimiento islámico Hamas. El ejército israelí respondía así al lanzamiento de un cohete, disparado horas antes contra Israel y que fue interceptado en vuelo.

“El ejército israelí considera a Hamás responsable de cualquier agresión procedente de Gaza. Durante el fin de semana hemos visto incitaciones claras a violar la soberanía israelí, violentos enfrentamientos y amenazas contra la población del sur de Israel. Seguiremos actuando, impidiendo y luchando contra todo aquel que intente hacer daño a nuestros civiles”, declaro el portavoz del ejército Peter Lerner este domingo por la mañana.

Desde el viernes 11 gazatíes han muerto violentamente. Nueve de ellos en manifestaciones en las que los palestinos se acercaron a la barrera que separa la franja de Israel, lo cual hizo que los militares abrieran fuego. Son los incidentes más graves desde el fin de la guerra en Gaza, en agosto de 2014, y podrían convertir esta ola de violencia en una revuelta violenta y generalizada.

Hamás, debilitado tras el enfrentamiento con Israel de 2014, advirtió sin embargo este domingo al gobierno de Netanyahu de los riesgos que corre si sigue adelante “con sus actos necios”.

En total son ya 23 los palestinos muertos violentamente desde el inicio de esta ola de violencia a comienzos de mes, de los cuales siete son presuntos agresores. Además, cuatro israelíes han perdido la vida en estos ataques. Los heridos, la mayoría palestinos, se cuentan por decenas.

¿Intifada o desesperación de ‘lobos solitarios’?

Los autores de los ataques antiisraelíes son lo que los analistas califican de “lobos solitarios”, es decir palestinos sin militancia política que actúan en nombre propio y no tienen detrás a un movimiento organizado. Si fueran militantes entrenados y enviados por grupos armados, como era el caso en los atentados de la segunda intifada, probablemente el balance de víctimas sería muy superior.

Los agresores van armados de cuchillos u otros objetos punzantes. En algunas ocasiones, han intentado robar el arma de policías. Otros han anunciado en las redes sociales sus intenciones o reivindicado sus actos. Twitter y Facebook se han convertido en herramientas de esta escalada. Los vídeos de las agresiones o de las violentas manifestaciones frente a las tropas israelíes circulan a gran velocidad por las redes sociales donde también abunda el material de grupos extremistas de ambas partes que piden la muerte de los judíos o de los árabes.

Muchos analistas se preguntan si estos episodios violentos marcan el inicio de la tercera intifada, una palabra que las autoridades israelíes y palestinas evitan utilizar.