Al Asad: “No me planteo abandonar Siria”

Damasco

Bachar Al Asad heredó el cargo de su padre y ejerce como presidente de Siria, un país enfrentado en una guerra civil para echarlo del poder, que a su vez se ve acosado por milicias terroristas del Dáesh que intentan desde este feudo, resucitar el califato islámico. Occidente ve su figura como un impedimento para pacificar el país, pero desde Irán y Rusia, creen que su papel es clave en cualquier proceso negociador. A esta posición se ha sumado España quien matiza la necesidad de que se vaya una vez que la transición se haya completado.

En una entrevista concedida a la agencia EFE de España, el presidente sirio deja abierta la posibilidad de sentarse a negociar con los opositores a su régimen, pero descarta sentarse en la mesa con los terroristas. En estos momentos, Siria se encuentra en el foco de los esfuerzos internacionales para acabar con un conflicto que pronto entrará en su quinto año y lleva cientos de miles de muertos.

“Primero tenemos que acabar con la lucha armada, con la rebelión interna, para después sentarnos a negociar con una oposición nacional y patriótica con raíces en Siria y que solo tenga relación con los sirios y no con cualquier otro Estado o régimen en el mundo”.

En la entrevista también manda un mensaje a Occidente, para que focalice sus esfuerzos en “parar el flujo de terroristas que llegan a Siria e Irak especialmente a través de Turquía. Hay que poner fin a la financiación de esos terroristas por parte de Arabia Saudí y Qatar que se dedican a financiar actividades extremistas de ideología suní y radical”. Ambos países son para el líder sirio los principales causantes de que este conflicto se haya extendido tanto en el tiempo. Al Asad carga especialmente contra Turquía y su presidente Erdogan a quien define que mantiene una actitud criminal apoyando a los terroristas de todas las formas posibles, porque quiere convertir a Turquía en el eje para toda la región de la ideología que encarnan los Hermanos Musulmanes y “el último bastión de su sueño es Siria”.

En relación al cazabombardero ruso derribado por el ejército turco, se trató de una reacción insensata, y el enfado de Erdogan por la participación rusa en su favor. La Administración Estadounidense se ha dejado engañar por los saudíes y por Qatar. Y añade que ni Washington ni París son serios cuando hablan de acabar con los terroristas. Hablan de contener al Dáesh, y no de destruirlo y solo después de los atentados de París, se les ha oído hablar de aniquilación. Al carro de las críticas mete a la Unión Europea de quien dice que, salvo excepciones, no tiene una política independiente y se pregunta: “¿Durante los últimos diez años, tras la guerra de Irak y ahora, sigue existiendo -políticamente hablando- Europa o es sólo un satélite de la política de Estados Unidos?”