La propuesta de empleo de PSOE y Ciudadanos pospone la derogación de la reforma laboral del PP

Madrid

La síntesis de los programas de empleo de PSOE y Ciudadanos, tal y como se plasma en el acuerdo firmado por sus líderes este miércoles, plantea cambios en la normativa laboral pero sin tocar los grandes ajustes consagrados por la profunda reforma laboral acometida por el Gobierno de Rajoy en 2012.

PSOE y Ciudadanos proponen aumentar las indemnizaciones por finalización de contrato de los temporales, adoptando alguno de los elementos del "contrato único" defendido durante la campaña por Albert Rivera; también facilitar la conversión de los contratos temporales en indefinidos, retoques en la negociación colectiva y en las medidas de flexibilidad interna de la empresa; pero deja asuntos clave, como las indemnizaciones por despido, en los umbrales en los que los fijó el PP. A continuación, se detallan las principales líneas del acuerdo en materia laboral.

Contratación

La principal novedad en esta materia son las modificaciones sobre el contrato temporal, que pasarían a denominarse "contrato estable y progresivo". Los principales cambios: su duración máxima sería de dos años y la indemnización por despido o por finalización de contrato sería creciente, de 12 días el primer año (como ahora) y de 16 el segundo. Si el despido fuese improcedente, la indemnización sería de 20 días por año el primer año, y 25 el segundo. Estas condiciones del documento original han sido modificadas a última hora de la noche. Tras las acusaciones de abaratar el despido, el PSOE ha corregido el texto para mantener la indemnización en temporales en 33 días.

Al terminar el plazo de dos años, el acuerdo plantea fórmulas para promover la conversión a indefinido, y para ello recupera dos ideas muy barajadas en la última década pero nunca ejecutadas: un sistema de bonus/malus (que las empresas que más despidan y tengan más temporales tengan que pagar más en cotizaciones a la Seguridad Social, y a la inversa) y el fondo austriaco (una aportación de las empresas a un depósito individual de cada trabajador que se usaría para pagar hasta 8 días por año en caso de despido).

El acuerdo recoge así sólo uno de los aspectos de la propuesta de "contrato único" defendida por Rivera durante la campaña: que las indemnizaciones por despido sean crecientes; pero al no aplicarse a los contratos indefinidos,

Despido

La propuesta de Sánchez y Rivera no toca uno de los aspectos fundamentales de la reforma laboral del PP: la bajada en la cuantía de las indemnizaciones por despido para los indefinidos, que estaban antes de 2012 en 33 días por año (45 días por año en caso de despido improcedente), y que con la reforma bajaron a 20 días por año (33 días por año para los improcedentes), cifras que mantiene el acuerdo PSOE-Ciudadanos.

De hecho, la única modificación en materia de despido va en la línea de "clarificar las causas" para reducir "una excesiva litigiosidad interpretativa"; es decir, que se definan mejor los motivos por los que se puede despedir para que no se atasquen los tribunales.

Negociación colectiva y flexibilidad

En este capítulo, se toma alguna medida que limita los efectos de la reforma laboral: por ejemplo, se establece que las modificaciones de salario no pueden ser superiores al 5% en un año, o se suprime la prioridad absoluta del convenio de empresa frente al sectorial, aunque sólo en materia de jornada y salario base. El acuerdo mantiene el final de la ultraactividad (que los convenios caducados dejen de tener efecto), aunque retrasa esa caducidad a los 18 meses después de que haya expirado el convenio sin ser sustituído por el otro, y remite en esos casos a procedimientos de arbitraje.

¿Qué pasa con la reforma laboral del PP?

En el texto del acuerdo no hay alusiones directas a la reforma ni a su derogación; se habla de "cambio" o "redefinición en el marco de relaciones laborales". Las medidas del acuerdo no suponen en ningún caso una reversión de la legislación laboral del PP, pero sí que contempla el acuerdo un "proceso de negociación entre los principales interlocutores sociales, que culmine en el plazo de un año con la aprobación de un nuevo Estatuto de los Trabajadores".

Es decir, la reversión de la reforma laboral tendrá que esperar a 2017, y no se detalla en ningún caso en qué consistiría ese nuevo texto que vendría a remplazar a la legislación laboral actual.