Diego Torres besa la lona en su intento por defender a la infanta Cristina

Palma de Mallorca

La acusación popular, el pseudosindicato Manos Limpias, ha conseguido lo que no han podido ni el fiscal, Pedro Horrach; ni la abogada del Estado, Dolores Ripoll; ni la abogada de Baleares, María Ángeles Berrocal. Diego Torres, visiblemente nervioso, ha dejado de contestar a la letrada, Virginia López Negrete, después de que haya advertido una contradicción sobre lo que declaró en fase de instrucción y lo que estaba explicando en fase de juicio oral. Contradicción que el tribunal ha avalado después de revisar los autos.

López Negrete le preguntaba por el conocimiento que la hermana del rey tenía de la supervisión que hacía el Conde de Fontao de las actividades del Instituto Nóos y de las recomendaciones que hizo la Casa Real para que Iñaki Urdangarin guardara las apariencias y se retirara de la primera línea. Diego Torres ha respondido que ella lo desconocía y la acusación popular le ha recordado que dijo lo contrario en fase de instrucción. Y le ha preguntado si esta rectificación obedecía a "un pacto al que ha llegado con el señor Urdangarin". El acusado ha perdido los nervios y se ha negado a responder al resto de preguntas.

El papel de García Revenga

El interrogatorio de Manos Limpias se ha centrado en el papel de la Casa Real en el Instituto Nóos y, más concretamente, en el papel de Cristina de Borbón. Esta estrategia ha vuelto a unir al abogado de la hermana del rey, Pau Molins, y al fiscal, Pedro Horrach, que han pedido que no se admitieran las preguntas porque la Audiencia de Palma desvinculó hace dos años a la infanta de las actividades de la entidad sin ánimo de lucro. El tribunal las ha admitido y han terminado por dejar KO al acusado. Torres ha explicado que Cristina de Borbón "solo era vocal del Instituto Nóos, sin más actividad". Al contrario que Carlos García Revenga que "participó en los proyectos de la entidad y era la persona encargada de que nada de lo que se hiciera pudiera perjudicar la imagen de la Casa Real". "¿Ella era un gancho para conseguir contratos?", ha preguntado Lopez Negrete. "No, en ningún caso", ha respondido Diego Torres.