El enfado de Obama y Cameron

Madrid

Era extraño esa amistad con sonrisas, apretones de manos, gestos de cariño diplomáticos entre los políticos, uno conservador bastante a la derecha de los conservadores y otro demócrata bastante a la izquierda de lo que es un demócrata norteamericano. ¿Dónde encontraban el punto en común? Pues en su defensa de valores, nacionalidades, lucha contra el eje del mal, colaboración económica (recuerden que con el $ y la libra esterlina no se juega) en materia militar, defensiva y posiciones comunes en los grandes organismos internacionales, la OTAN, la Organización Mundial del Comercio, la ONU y alguna más.

Y sorprendió y mucho leer unas declaraciones del presidente Estadounidense Barak Obama en el Atlantic Magazine en las que dijo que Cameron estaba “distraído” después del fiasco que dejó la intervención militar en Libia.

Inmediatamente un portavoz de la Casa Blanca se apresuró a explicar que la administración norteamericana valora profundamente las contribuciones del Reino Unido, y el Reino Unido se defiende diciendo que seguían trabajando duro en Libia.

El caso de Libia ha supuesto un impás en como se están dirigiendo las políticas de occidente en el conflicto Sirio o Iraquí. Nadie quiere volver a meter la pata. Nadie quiere que le acusen de provocar mas problemas que soluciones. Todos recuerdan la intervención en Libia dirigida por el Reino Unido y Francia que acabó con la caída de Gaddafi. De hecho hoy, años después Libia es un país sin gobierno, en manos de bandas armadas y totalmente sin control. Incluso el propio presidente Obama ha dicho que “hay que hacer autocrítica porque tenían fe en los Europeos, en que llevaran a buen puerto la misión dada la proximidad con Libia y que invertirían en el seguimiento de la situación, pero que al final se han distraído por un abanico de otras cosas”.

También el antiguo presidente francés Nicolas Sarkozy fue foco de la crítica de Obama cuando dijo “quieren el mérito de todo cuando de hecho fueron los americanos los que acabaron con las defensas aéreas de Libia y esencialmente con toda la infraestructura” antes de la intervención europea."

A Downing Street no le ha gustado la critica norteamericana, que atribuyen a un deseo estadounidense de culpar a otros y cerrar la cortina del caos en Libia lo antes posible.

Viendo que la sangre llegaba al rio entre Cameron y Obama, la Casa Blanca emite un nuevo comunicado en el que se puede leer “El primer ministro Cameron ha sido un aliado cercano como lo ha sido el propio presidente para él. Valoramos profundamente la contribución del Reino Unido a la salvaguarda de nuestra seguridad nacional, así como en política exterior cuyos objetivos reflejan nuestra especial y esencial relación”

Downing Street reconoce que continúa habiendo muchos retos pendientes en Libia, pero como el propio Cameron ha dicho antes, ir en ayuda de civiles que estaban siendo torturados y asesinados por su líder, era lo que había que hacer. Y ahora toca apoyar el proceso pacificador dirigido por la ONU.