El Real Madrid se abona al empate

Madrid

Fiebre amarilla en el Real Madrid. No pudo ganar a la UD Las Palmas, ni al Villarreal... y ahora tampoco al Borussia Dortmund. Los de Zidane suman su tercer empate consecutivo, demasiados para un equipo como el campeón de Europa, que volvió a encajar más goles de los que debe pese a que mostró, como tantas otras veces, su enorme pegada cuando encuentra espacios por delante.

Keylor Navas fue la principal novedad de Zidane para su partido más complicado en la fase de grupos de la Champions. Y lo primero que hizo el portero fue un paradón a un disparo de Castro. El encuentro, sin embargo, no fue sencillo para el costarricense.

Sobre todo en el primer cuarto de hora, cuando el equipo alemán fue el gran dominador con un estilo rápido, basado en la habilidad de sus centrocampistas, que hacía que se plantara en un abrir y cerrar de ojos en el área blanca.

Sorprendió especialmente Dembélé, que por la derecha fue un quebradero de cabeza para Danilo. Sin Casemiro en la zona ancha, al Madrid le costó encontrar el antítodo tal estilo de los de Thomas Tuchel.

El vendaval, sin embargo, cesó cuando el equipo de Zinane volvió a sacar a paseo su velocidad y su pegada en una jugada que se cerró con un taconazo prodigioso de Bale que sirvió a Cristiano para gozar de la ocasión con la que resarcirse de su semana horrible.

Marcó CR7 y tras abrazar a sus amigos Pepe y Coentrao, en el banquillo, chocó su mano con la de Zidane. "Yo no soy tonto y Cristiano es inteligente", dijo el francés este lunes. Un día después no quiso quitarle la razón el jugador.

El gol anestesió al Borussia Dortmund, que quiso tener la pelota pero perdió la chispa. Quizá porque se dio cuenta de que cualquier pérdida de balón podía costarle cara. Con todo, antes del descanso volvió a asomarse a la portería de Keylor, que tuvo que sacar los puños para echar balones fuera. El problema es que en una de ellas no hizo un buen despeje y la bola dio en Varame para que posteriormente Aubameyang firmara el empate a uno.

Arrancó mejor el equipo amarillo en la reanudación, con sendos avisos de Dembélé y Aubameyang. Pero el equipo de Zidane no se dejó intimidar y miró de cara al guardameta Bürki. Lo hizo con sus mejores armas, sobre todo con su llegada aprovechando los espacios.

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El empate podía valerle al equipo blanco para pasar esta fase con sovencia, pero no era un buen resultado después de no haber podido ganar ni a la UD Las Palmas ni al Villarreal. En esas apareció Varane para hacer el segundo. Remató al palo Benzema un servicio que le vino desde la izquierda de la ota de Cristiano. La bola quedó para el central, al que la bola le cayó muerta para marcar.

El panorama era bien distinto al de aquella primera mitad de dominio alemán. Así es el Real Madrid, que a falta de 20 minutos ya acariciaba su primera victoria en seis visitas a Dortmund. Pero la Champions es otra cosa, incluso para el equipo que más veces la ha ganado. Y en uno de los últimos coletazos de los alemanes, Schurrle conextó un buen disparo a la escuadra de la portería del Madrid.

El tanto hizo sumar a los blancos su tercer empate consecutivo pese al enorme potencial que tiene sobre el campo. Algunos jugadores, como Benzema y Cristiano, siguen lejos de su nivel. Otros como James no encuentran su sitio. Las tablas, en cualquier caso, no deben disgustar a los de Zidane. De hecho le abren camino en esta competición en la que, a buen seguro, serán el rival a batir por todos.