Una pareja británica celebra su boda con comida que iba a tirarse a la basura
Los invitados no sabían que estaban asistiendo a un gesto de activismo contra el despilfarro, pero a todos les gustó mucho el desayuno nupcial preparado por Mary-Ellen McTague
Los residuos orgánicos pueden aprovecharse para hacer compost. / GETTY
Madrid
Las británicas Nikki Pope y Cate Bauer decidieron celebrar su boda con comida que, en principio, se iba a tirar a la basura. Los invitados, por supuesto, no sabían nada, pero a todos les gustó mucho el desayuno nupcial preparado por la cocinera Mary-Ellen McTague. Eso es lo que se desprende, al menos, del vídeo publicado por BBC News esta semana.
Los alimentos no se habían sacado del cubo de la basura, pero sí eran productos desahuciados, de esos que un supermercado ya no pondría a la venta aunque sigan siendo comestibles: productos perecederos, artículos que merodean su fecha de consumo preferente...
La pareja británica tomó la decisión de convertir su boda en un gesto de activismo contra el despilfarro inspirándose en su simpatía con por proyecto Real Junk Food Project, una organización que se dedica a cocinar con productos que estaban a punto de tirarse y ofrecerle los platos resultantes a personas necesitadas, en este caso, de Manchester.
Captura de pantalla en la que aparecen Nikki Pope y Cate Bauer. / BBC NEWS
Según su página web, Real Junk Food Project cocina con lo que recibe de supermercados, bancos de alimentos, establecimientos de hostelería o fotógrafos gastronómicos, entre otras fuentes. Una de sus mayores motivaciones es que, según datos de la FAO, un tercio de la producción mundial de alimentos se acaba tirando o desaprovechando.
Espárragos, tomates, fresas... El menú, inspirado en una cena típica de Oriente Medio, despertó la aceptación unánime de los más de 100 invitados. Algunos de ellos, de hecho, declararon a la BBC que, de haber sido advertidos, jamás hubieran pensado que todo eso fuese a tirarse.
La celebración de este banquete supone un gesto pionero, pero muy afín a la filosofía del supermercado danés WeFood, donde solo venden lo que otros tiran (incluyendo periódicos del día), o a la de la organiación catalana Espigoladors, que comercializa "productos alimentarios de alta calidad a partir de excedentes o fruta y verdura imperfecta".
